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Se había anunciado un plan de reformas, que comenzaría en las estaciones y continuaría en las unidades y en las vías pero nunca comenzó. Planean obras para fines de este año.
El Tren Belgrano Norte pasa un momento delicado pero, según parece, las acciones gubernamentales que promuevan mejoras se seguirán demorando algún tiempo más. Es que si bien el ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich había anunciado a principio de año el desarrollo de un plan para renovar la flota de unidades, las diferentes estaciones y las vías, nada de eso ocurrió.
Se estimaba que, en septiembre pasado, iban a iniciarse las obras en las estaciones, pero no solo no se arrancaron: en un reciente anuncio, desde el Ministerio se comunicó que se proyectan trabajos recién de cara al cierre de 2018. La idea, según trascendió, es realizar una inversión de $2.300 millones para optimizar los accesos y construir nuevos andenes, refugios y boleterías; y destinar otros $153 millones a poner en valor la cabecera de Retiro.
Mientras tanto, el deterioro se hace cada día más visible. "En 1994, cuando se tomó la línea, había 90 servicios. Se la llevó a un cronograma con 181 trenes diarios y 12 adicionales. Pero el proceso de mejoras se interrumpió porque el Belgrano Norte no se vio beneficiado con el proceso de modernización del sistema que el Estado Nacional inició en 2012", advirtieron desde Ferrovías en diálogo con el diario Clarín.
Ahora, con motivo de la millonaria inversión, se prometieron mejoras en las vías y el señalamiento de las diferentes estaciones. Pero más allá de nuevas ideas que reformaron la idea inicial, una obra que exigen los pasajeros ante la eventual remodelación de las estaciones y el elevamiento de los andenes es la colocación de puertas automáticas, para la que –de acuerdo a lo comunicado desde la cartera que preside Dietrich- ya hay equipos que trabajan en el análisis de los diseños de ingeniería. Sin embargo, parece difícil que esto pueda concretarse sin la previa reestructuración de los andenes.
En medio de este contexto, hay más. Las locomotoras que circulan en la actualidad tienen unos 45 años de uso, y si bien permanecen en buen estado, la idea es que puedan seguir siendo útiles para el servicio algunos años más, pero el panorama es complejo ya que mayormente los repuestos que se consiguen son de mala calidad. “Necesitamos que Ferrovías consiga repuestos adecuados para las locomotoras actuales. Si esto se logra y se concreta la instalación de las puertas automáticas, viajaremos más rápido, cómodos y seguros”, consideraron usuarios en comunicación con Diario Resumen. Aunque ese sea un deseo colectivo, también parece estar lejos de concretarse.
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