Los cesanteados exigen su reincorporación luego de ser despedidos el pasado 3 de enero. Esperan que la empresa cumpla con el fallo de la Cámara de Apelaciones, que beneficia a dos empleadas. Admitieron que están “cansados” de protestar.
En la jornada de hoy, el conflicto por los despidos de la empresa Kromberg and Schubert cumplió cinco meses, y los trabajadores cesanteados se mantienen a la espera de soluciones y la reincorporación de sus puestos de trabajo.
El cansancio por los días de protesta, las acciones llevadas a cabo y la falta de respuestas por parte de la fábrica autopartista alemana generó desazón entre los manifestantes, quienes intentan sostener la lucha con lo que les queda.
Consultada por Resumen, Daiana Álvarez, una de las referentes de la protesta, explicó el sentir de los despedidos tras 150 días de conflicto, y aseguró que esperan que la empresa acate el fallo de la justicia que ordenó reincorporar a dos empleadas, entre las que se encuentra Álvarez.
“Hoy tenemos el fallo, que salió en segunda instancia desde la Cámara de Apelaciones nuevamente, por lo cual tenemos que esperar que la empresa esté notificada para ver si luego cumplen”, comentó.
Asimismo, Álvarez afirmó que en los últimos días “hubo suspensiones, las cuales tuvieron que levantar porque la empresa no realizó las denuncias ante el ministerio de Trabajo. Nosotros, cuando cortamos Callao y Corrientes lo declaramos”.
“Ahora decidieron que van a cortar sólo una semana, pero van a tener que pagarle a los suspendidos el cien por ciento. La gente estaba contenta porque se levantaron las suspensiones, y les iban a pagar”, argumentó.
Por otra parte, Álvarez expresó tajantemente que “la empresa está igual, porque primero vienen las suspensiones, y después los despidos. Es así”.
A su vez, consultada respecto al descenso en el número de acciones realizadas en las últimas semanas, la despedida remarcó el cansancio y las necesidades de muchos de sus compañeros.
“Nosotros no lo hacemos más porque el ánimo ya no es el mismo. Ya pasaron cinco meses, y se siente el bajón”, afirmó.
“Por ahí estamos un poco más cansados. Algunas de las chicas son madres solteras y tienen que quedarse con sus nenes, otras buscan un trabajo en negro para que ingrese un poco de plata. Lo último que hicimos fue el corte de Callao y Corrientes con los compañeros de Gestamp”, concluyó.
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