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Presentarán una acción preventiva ante la Justicia Federal en las próximas semanas. Abogados, ambientalistas y vecinos argumentan por qué no deberían radicarse donde están ubicadas.
Las termoeléctricas de Villa Rosa son foco de preocupación para los vecinos por los ruidos molestos que ya empezaron a sentirse, pero también por el temor de que generen contaminación por ruido, aire, efluentes y agua. Si bien el Intendente en más de una oportunidad aseguró que los temores son infundados, y argumentó la necesidad de generar más energía, organizaciones ambientalistas y de vecinos insisten, incluso desde antes de su radicación, en que están mal ubicadas. En esta línea es que presentarán en las próximas semanas una acción civil preventiva ante la Justicia Federal.
La acción preventiva, que tiene como finalidad amparar derechos para prevenir futuros daños, está siendo preparada por el abogado y referente del socialismo Gustavo Madeira, en conjunto con Vecinos Autoconvocados contra la Contaminación de Pilar, y la Asociación Civil Junta Vecinal de Villa Rosa. El objetivo es frenar la construcción de las avanzadas termoeléctricas ubicadas sobre Ruta 25 y Alborada, en el límite con Matheu.
Resumen accedió a los principales puntos que tendrá la fundamentación de la acción que se presentará ante la Justicia, basada en argumentar por qué ambas termoeléctricas (APR y Araucaria Energy) no deberían estar donde están.
En primer lugar, se señala el carácter de industria de categoría III de las termoeléctricas (informado por el mismo Municipio), que son las consideradas, según la ley, como “peligrosas porque su funcionamiento constituye un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población”. Por esto mismo, deberían radicarse (según la ley 11.459) en una zona industrial exclusiva, como lo sería el Parque Industrial (donde se inauguró otra termoeléctrica en las últimas semanas). Por eso también se considera que el uso conforme de suelo aprobado por el Concejo Deliberante es ilegal.
Asimismo, las empresas mismas señalaron, a través de sus Evaluaciones de Impacto Ambiental, que las parcelas donde están instaladas son, en el caso de APR de uso residencial (es decir una zona urbana) y en el de Araucaria, de uso comercial/residencial (o sea, con viviendas y comercios). Pero, además, según la misma Evaluación, de la zona identificada como de alto impacto ambiental (unos 1,3 kilómetros a la redonda), solo una enorme minoría son parcelas industriales: 86 de 2.275. La mayoría de las parcelas comprendidas en el área de alto impacto son residenciales, algunas agropecuarias, hortícolas o comerciales. Cabe señalar que esa zona está habitada por 10 mil ciudadanos, repartidos en partes casi iguales entre Villa Rosa y Matheu.
Por otro lado, se reclama por la falta de audiencia pública y participación ciudadana previo a la aprobación de las industrias, instancia obligatoria. “Habría que preguntarse, con todo esto, cómo es posible que el Municipio haya aprobado ese lugar para instalarlas” dice Madeira.
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