Se trata de obras financiadas por una empresa privada y articuladas con el Municipio. El objetivo es promover mejoras en el desagüe pluvial para evitar que la zona se inunde ante la posibilidad de fuertes precipitaciones.
La unión de muchas voluntades puede llegar a hacer un gran trabajo. Por eso, desde la ONG Techo Argentina se propusieron generar mejoras para incrementar la calidad de vida de varios sectores del distrito de Pilar. Uno de ellos es el barrio Luchetti de Manzanares, donde están desarrollando tareas en pos de optimizar el desagüe pluvial para evitar inundaciones en días de fuertes lluvias.
Este proyecto, que comenzó hace poco más de dos meses tras la aprobación del HCD durante 2017, fue promovido por la mesa de trabajo del barrio –compuesta por vecinos- y es apoyada económicamente por la empresa SC Johnson, que es líder mundial en la fabricación de productos para el cuidado del hogar. Además, para que esta idea se concrete hay una importante articulación con el Municipio de Pilar, que avaló la iniciativa y felicitó a la entidad gubernamental por el apoyo brindado hacia los habitantes de la zona.
“En el barrio tenemos una mesa de trabajo para debatir problemáticas y necesidades. Con el asesoramiento de Techo, hicimos veredas y hace dos años empezamos con este proyecto, para el que contamos con 1 millón de pesos que aportó la empresa SC Johnson, del Parque Industrial”, explicó Liliana Pagés, una de las referentes de Luchetti, en diálogo con Diario Resumen. Con esos fondos, según contó, se pagó a la Cooperativa Identidad Vecinal –oriunda de La Matanza- que encabeza los trabajos.
Para darle vida a esta idea, remarcó que primero “se hizo a través de un diagnóstico previo de la situación mediante un estudio de niveles de agua”. Y tras ese análisis detallado fue que se propuso determinar “donde podía ir el agua para que las calles no se inunden y no haya focos de infección”.
Más allá de los beneficios que estos trabajos traerán a futuro, Pagés comentó que al principio generaban rechazo en los vecinos, porque comprendían que las tareas debían estar a cargo de la Municipalidad. “Ahora notan la diferencia: lo vemos cuando vamos casa por casa y tenemos mucho apoyo, aunque otros siguen negados. En realidad, lo que les enoja es que nunca se haya hecho nada, o que lo poco que se hizo, se hizo mal”, confesó.
Por último, a la hora de poner un plazo a la finalización de las obras, dijo que según fueron avisados por la empresa y la cooperativa, “en poco más de un mes” podría estar todo listo. Y ante el positivo avance logrado, estos plazos les brindan esperanza para que el primer paso sea apenas el puntapié para un mayor crecimiento del barrio. “Esto es un comienzo. Si seguimos trabajando de esta manera y recibiendo este apoyo, seguramente podremos concretar más mejoras en el futuro”, concluyó.
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