Se refieren a una construcción que avanza en Carabassa y no contaría con los permisos correspondientes. Además, ecos sobre los cambios en la ordenanza apuntan a la permisividad en las habilitaciones.
Luego de que el concejal de Cambiemos, Diego Ranieli, asegurara que se trabaja en los cambios para la ordenanza que regulariza los mercados, autoservicios y demás comercios de este tipo en el distrito, la presencia de los supermercados chinos continúa dando de qué hablar.
En primera instancia, trascendidos indicaron que los “vacíos legales” que buscan rellenar con las nuevas propuestas de cambio a la ordenanza vigente, serían parte de lo que llevó a que más de la mitad de los 64 supermercados chinos que figuran en Pilar, estén “mal habilitados”.
“Fueron permisivos con las habilitaciones, con la exigencia en los cursos de manejo de alimentos y la necesidad de contar con libreta sanitaria”, señalaron conocedores del tema, agregando que “han llegado a dar una habilitación cuando apenas habían comprado un lote y todavía estaba pelado”.
A pesar de esto, desde el oficialismo sostienen que un error en la redacción fue lo que desencadenó que unos pocos sacaran provecho de la ley, pero eso se solucionará con los cambios propuestos que analiza el Concejo Deliberante, contemplando, por ejemplo, la prohibición de que dos emprendimientos puedan situarse a menos de 600 metros de distancia.
Los vecinos también se quejan
Por otra parte, vecinos del distrito también se hacen eco del tema, reclamando en este caso en particular, por el emprendimiento que se está construyendo en el barrio Carabassa. “Donde termina Pilará hay un predio grande y están construyendo un supermercado chino enorme sin el cartel de permisos de obra de la Municipalidad. Hablé con Obras Particulares y me dijeron que hicieron una infracción y van a labrar un acta para llevarla al Juzgado pero que no pueden hacer nada para frenarlo, y esto está avanzando a una velocidad impresionante”, sostuvo un vecino de la zona.
“Este lugar no permite ese tipo de construcciones, debería tener una excepción, y eso debería pasar por el Concejo Deliberante, consultando con vecinos y demás. Está fuera de código, pero siguen adelante y nos preocupa que hay que esperar para que el Juzgado tome medidas”, añadió, para finalizar: “También nos preocupa el impacto ambiental y la logística que implicará el tránsito de camiones para el cual no está preparada esta zona semi-rural”.
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