Ayer recibió la peregrinación en Luján y dio su última misa. "He pedido al papa Francisco un tiempo especial para hacer un tiempo de oración", explicó. Es acusado por sacerdotes y laicos de "administración fraudulenta de las instituciones educativas" diocesanas, "lavado de dinero" y "de desviar subsidios para comedores infantiles".
El obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, anunció ayer sorpresivamente su alejamiento de la diócesis. Según informó La Nación, la decisión estaría relacionada con el resultado de la "misión fraterna" (virtual intervención administrativa) que el papa Francisco envió hace dos años para analizar si el obispo incurrió en manejos irregulares en la sede eclesiástica.
"Juntamente con las instancias de la Santa Sede hemos elegido este día (por ayer), el de la peregrinación del pueblo de Dios a Luján, para decirles que es la última misa que celebro con la comunidad diocesana", informó el propio Sarlinga en la Basílica de Luján al cierre de la tradicional peregrinación. Dijo que "hace ya varios meses, junto con la puesta en disponibilidad de mi misión como obispo de Zárate-Campana, he pedido al papa Francisco un tiempo especial para hacer un tiempo de oración". Destacó su "cercanía y diálogo" con el Pontífice.
El obispo asumió en 2006 y, según denuncias llegadas a Roma, el cardenal Bergoglio -antes de ser papa- le cuestionó la compra de un inmueble sobre la Avenida del Libertador, cerca de Recoleta, para el funcionamiento de una asociación civil apadrinada por él. En 2008, además, Sarlinga se vio envuelto en una maniobra urdida por el kirchnerismo para desplazar a Bergoglio del Arzobispado de Buenos Aires. La estrategia fue atribuida a un asesor del entonces jefe de Gabinete, Sergio Massa, y contemplaba acordar con el Vaticano la designación de Bergoglio en un organismo allí y su reemplazo por Sarlinga.
El Papa había encomendado al cardenal Mario Poli, tal como lo reveló DyN hace un más de año, la "misión fraternal" de indagar la situación financiero-pastoral de Zárate-Campana.
Según las denuncias y tal como asegura El Litoral, Sarlinga es acusado por sacerdotes y laicos de "administración fraudulenta de las instituciones educativas" diocesanas, "lavado de dinero en el Seminario San Pedro y San Pablo" y "de desviar subsidios para comedores infantiles otorgados por el ministerio de Desarrollo Social", entre otras cuestiones.
En los escritos enviados a la Santa Sede, los denunciantes también atribuyeron a Sarlinga situaciones de "abuso de poder" y de "comportamiento inapropiado", además de "ocultar una retención de fondos diocesanos para pagar un arreglo extrajudicial en una causa de abuso sexual que implicó a un sacerdote".
Entre las denuncias también hay una sentencia firme contra el obispado de Zárate-Campana por el despido sin justificación -bajo expedientes 859/2013 y 2473/2014- de la ex directora de Cáritas diocesana Silvana Bentancourt.
La mujer declaró en el juicio que su desvinculación se debió a "permanecer fiel a mis principios sin ser cómplice de situaciones indecentes, inmorales y fuera de los sacramentos de nuestra fe que comencé a vivir cotidianamente en mi ámbito de trabajo".
En el entorno del obispo tienen otra lectura de este caso: "Hablan muchas viudas del poder", dijo a DyN un sacerdote que pidió reserva de su nombre, pero admitió que la diócesis estaba hace más de un año "pseudo intervenida".
Monseñor Sarlinga es un hombre cercano a Esteban Caselli, ex embajador ante la Santa Sede en tiempos de Carlos Menem y del influyente cardenal Tarcisio Bertone, ex secretario de Estado del Vaticano.
Sarlinga, del sector más conservador de la Iglesia, nació el 20 de mayo de 1963 y en 2003 se convirtió con 39 años en el obispo más joven del país.
La noticia de la renuncia no tomó por sorpresa a muchos de los sacerdotes de la diócesis, alguno de los cuales se fueron a otros jurisdicciones eclesiásticas para evitar quedar "pegados al escándalo".
"Lamentablemente es de una falsedad total, pero lo importante es que renuncia. La iglesia está más limpia", escribió al conocer la noticia un sacerdote que dejó la diócesis por sus diferencias con Sarlinga.
El Papa ya había puesto en caja la arquidiócesis de Rosario tras las quejas formales que llegaron a Roma sobre desmanejos financieros y maltrato que precipitaron la salida de monseñor José Luis Mollaghan.
En su lugar, fue designado monseñor Eliseo Martín, un prelado con un perfil más social y pastoral.
Ver:
https://www.diarioresumen.com.ar/blog/2014/07/28/el-papa-francisco-habria-ordenado-investigar-sarlinga-por-desvio-de-fondos/
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