Lunes 27 de Octubre de 2025

SKF cierra su planta en Tortuguitas y deja 150 familias en la calle

La multinacional sueca anunció el cierre de su histórica planta de y dejará sin empleo a 150 trabajadores. Tras 90 años de producción local, la empresa se reconvertirá en importadora y trasladará su fabricación a Brasil.


  • Lunes 27 de Octubre de 2025
SKF Tortuguitas

La multinacional sueca SKF, dedicada a la fabricación de rodamientos, confirmó el cierre de su histórica planta en la localidad bonaerense de Tortuguitas, donde trabajaban unas 150 personas. La empresa, que lleva 90 años produciendo en el país, reconvertirá su operación en importadora, dejando de fabricar localmente para traer desde Brasil los mismos productos que hasta ahora elaboraba en Argentina.

El anuncio, que cayó como un baldazo de agua fría entre los trabajadores, se conoció de manera insólita: a través de un video difundido en YouTube, y no mediante un comunicado oficial o una asamblea. Allí se confirmaba lo que desde hacía meses se rumoreaba en los pasillos de la fábrica: el cierre definitivo de la planta de Panamericana y el despido masivo de todo el personal.

“Nos enteramos por redes sociales que íbamos a perder el trabajo. Es una falta total de respeto”, relató uno de los operarios afectados. Desde el gremio metalúrgico, la UOM, su secretario general Abel Furlán lamentó la decisión y apuntó directamente contra el rumbo económico del Gobierno: “Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas a todo lo importado”.

El Ministerio de Trabajo bonaerense intervino para garantizar que los empleados cobren la indemnización correspondiente e incluso un monto superior al previsto por ley. Sin embargo, las autoridades provinciales reconocen que las decisiones de fondo que golpean a la industria nacional se toman en el plano nacional.

En diálogo con AM 530, Furlán sostuvo que “SKF se va a reconvertir en importadora y perdemos puestos de trabajo. En 90 años habrá vivido momentos difíciles, pero nunca tomó una decisión como esta”. El dirigente consideró que la medida “es un caso testigo del modelo económico actual, que castiga la producción y favorece la importación”.

La fábrica de SKF en Tortuguitas fue durante décadas un emblema del sector metalúrgico, abasteciendo tanto al mercado interno como a la exportación. La decisión de cerrar no se debe a una crisis económica de la compañía: según sus balances globales, en 2024 facturó más de 9.300 millones de dólares y registró un margen operativo del 13,5%.

En realidad, se trata de una estrategia global de reducción de costos, que incluye el cierre de plantas y el traslado de operaciones a países con menores costos laborales. “Esto no es una empresa en crisis. Es una multinacional que busca ganar más a costa de nuestros puestos de trabajo”, expresaron trabajadores en un comunicado difundido en redes sociales.

La planta de Tortuguitas venía atravesando desde hace meses un proceso de achicamiento progresivo, con despidos encubiertos, retiros voluntarios y reducción de turnos. La decisión final de cerrar la fábrica se concretó en un contexto de liberalización de importaciones, caída de la producción industrial y falta de políticas de protección al mercado interno.

La crisis industrial se profundiza

Desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) advierten que el cierre de SKF se inscribe en un proceso más amplio de desindustrialización. Según su informe de septiembre, la producción cayó 5,2% interanual y el uso de la capacidad instalada alcanzó su punto más bajo desde junio de 2020. “La apertura indiscriminada promete precios bajos a corto plazo, pero sale caro a futuro”, señaló el presidente de ADIMRA, Elio Del Re.

Entre los trabajadores de SKF predomina la indignación. En un comunicado que circula entre los operarios se expresa: “SKF no es una pyme en crisis. Es una multinacional con ganancias millonarias que decide ajustar sobre nuestras espaldas. Detrás de cada uno de nosotros hay una familia, hay hijos, hay años de trabajo. No somos un número ni un costo: somos quienes hicimos girar esas máquinas durante décadas”.

El texto concluye con un llamado a la organización y la resistencia: “Si ellos piensan que pueden cerrar nuestras puertas en silencio, están equivocados. Porque mientras haya un solo trabajador dispuesto a pelear, habrá esperanza y habrá dignidad”.

Con el cierre de SKF en Tortuguitas, 150 familias pierden su fuente de ingreso y la Argentina industrial suma un nuevo golpe. La fábrica que durante nueve décadas fue sinónimo de producción y trabajo se apaga, convertida ahora en símbolo del retroceso productivo que atraviesa el país.

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