La suspensión se habría concretado por una carta donde un ambientalista denuncia la “impugnación” de la convocatoria. Se iba a presentar oposición a las obras del country Verazul debido a que ambientalistas apuntan que empeorarán las crecidas del río Luján.
La discusión por la construcción de un mega country en Pilar no cesa. En los últimos días se decidió suspender la audiencia pública no vinculante donde se iba a analizar la construcción de Verazul.
Se trata de un emprendimiento que se desarrolla a la vera del río Luján y que prevé abarcar unas 320 hectáreas, con una laguna de 66 hectáreas, donde se practicarán actividades deportivas acuáticas.
La suspensión respondería a una carta documento que el ambientalista Francisco Javier Amorrortu le envío al Municipio, donde denuncia la "impugnación" de la convocatoria, al señalar que se trata de "un fraude ambiental", además de indicar que la audiencia se debiera haber convocado desde la Provincia y no desde el Municipio.
Marina Lemos, referente de la Reserva Natural de Pilar, no se quedó al margen de la situación y expresó su descontento en el programa radial “La Mañana de Resumen” de FM Del Sol (91.5). “Es bastante preocupante que una instancia del Estado que debiera defender el interés común parezca apoyar los intereses particulares”, disparó la ambientalista no solo por la suspensión de la reunión sino también por la reciente decisión del Honorable Concejo Deliberante de derogar muchos artículos sobre la ordenanza de humedales que perjudicarían al ecosistema.
Lo que preocupa es que los trabajos en el futuro barrio cerrado afectarán la cuenca del río Luján lo que complicará todavía más la problemática de las inundaciones en el distrito. “El humedal (o bañado) es lo que necesita el río para descargar el exceso de agua. Además, tiene funciones fundamentales como recargar las napas. Esto de sumar un nuevo emprendimiento afecta mucho más la situación de las inundaciones. Estamos en la cuenca con una resolución de emergencia hídrica que salió a nivel provincial y debemos ser cautelosos al ocupar con estos barrios privados que ni siquiera solucionan un problema habitacional”, explicó Lemos.
En tanto, los ambientalistas habían adelantado que se presentarían en la audiencia, donde iban a mostrar formalmente su oposición a la construcción, en medio de una reunión que establece la ley como paso necesario para recibir la habilitación definitiva.
Hace casi dos años que siguen de cerca la situación que comenzó con la interrupción de las obras en julio del año pasado luego de la denuncia que elevaron en marzo cuando advirtieron los movimientos de suelo en la parte del humedal, justamente, en el límite norte de la Reserva Natural.
Luego de la denuncia por expediente, lograron que se hiciera la inspección que terminó con la suspensión de la obra. “Pensamos que iba a ser definitivo porque le faltaban varias autorizaciones. Igual siguieron trabajando, violando muchas normas por el apuro para terminar la obra”, indicó Lemos.
Pero los ambientalistas no se quedan de brazos cruzados: “Estamos usando todas las instancias de diálogo. También estamos intentamos que la comunidad se dé cuenta de los problemas que esto puede traer ya que todos los vecinos que viven a la vera del río ven cómo el agua se acerca cada vez más a sus hogares”, cerró Lemos.
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