El Panadero de Del Viso superó con éxito una nueva jornada de la carrera más difícil del mundo y ya se encuentra en la Etapa 11 que une a Belén, Fiambala y Chilecito. Rompió un semieje y un amortiguador por lo que llegó seis horas después del vencedor del día.
Roberto Naivirt sigue dando pelea en esta edición del Rally Dakar. Con un enorme sacrificio y siendo prudente en los momentos más importantes, realizó una tarea destacable en la Etapa 10 de la carrera más difícil del mundo. El piloto junto a su navegante Alejandro Schilling, arribaron hoy por la madrugada al campamento de Belén, a bordo de la Toyota Hilux 381 del Liu Gong Dakar Team, luego de haber recorrido alrededor de 800 kilómetros partiendo de la ciudad de Salta.
La prueba se le presentó de manera complicada al delvisense, quien de entrada en el primer tramo cronometrado sufrió al mismo tiempo la rotura de un semieje y de un amortiguador, los cuales tuvieron que ser reparados antes del inicio de la segunda parte. Este fue el motivo que tuvo como consecuencia que la etapa se volviera más difícil para el piloto, que se retrasó en el clasificador y se vio obligado a afrontar el último tramo de noche donde la navegación se vuelve más compleja.
La mayor cualidad que tuvo Roberto para poder completar esta etapa fue el no haberse apresurado en ningún momento, llevando a cabo una conducción pensante y cuidando todos los elementos de la camioneta logró finalizar el difícil recorrido que planteaba esta jornada de la competencia, y continúa firme en su camino hacia las medallas. Terminó la décima etapa en el puesto número 39, contabilizando un tiempo de 11 horas, 24 minutos y 23 segundos, arribando al campamento seis horas más tarde que el vencedor Stephane Peterhansel, que sigue como líder de la competición.
Como es costumbre después de finalizar cada etapa, Naivirt, realizó un análisis de lo que fue la misma a la que definió como la más dura de la competencia. “La jornada tuvo mucha arena con vegetación y cortadas que te complican demasiado. Habían dicho que iba aflojar la carrera, pero no aflojó ni diez centímetros y va a seguir siendo así hasta el viernes. Ayer sufrimos la rotura de semieje y amortiguador igual dimos batalla y la completamos, de noche, pero lo hicimos”, expresó el pilarense que no se puede imaginar cómo serán los próximos días.
Por último, Naivirt se refirió a la dificultad que presenta esta edición de la competición y se mostró agradecido con su equipo, por el apoyo que le están dando. “Este año sí que es un Dakar terrible. Es el más difícil que me tocó correr, pero hay que seguir poniéndole el corazón. La camioneta se reparó después de horas de trabajo y sin dormir. Omar Bonazzola y Gustavo Lovera dejaron de nuevo todo listo como se pudo para salir. Un enorme agradecimiento a ellos y a Alejandro Schilling por la garra que le ponen”, finalizó el integrante del Liu Gong Dakar Team.
Al cierre de esta edición, Roberto Naivirt, afrontará la Etapa 11 que unirá a las ciudades de Belén, Fiambala y Chilecito; la cual contará con un enlace de 467 kilómetros y una prueba especial de 280 kilómetros.
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