El gremio responsable, ATSA, ha conseguido que las indemnizaciones sean al 100 por ciento. Sin embargo, aún no se sabe si las 124 familias que dependen de la empresa continuarán con su empleo.
La planta, ubicada en el Parque Industrial de Pilar fue inaugurada por el propio presidente Mauricio Macri durante el mes de abril de 2017, en donde se anunció que daría puestos de trabajo para 200 personas. A un año y casi tres meses, la compañía ha comenzado a ofrecer a sus empleados los llamados “retiros voluntarios” debido a que cerrarán uno de los turnos.
“La situación es crítica en la industria, con la apertura de importaciones. En el caso de Jayor, la empresa presentó en el Ministerio de Trabajo un preventivo de crisis, a través de una nota, producto de una competencia de forma desleal con empresas mexicanas y brasileras, con costos de producción por debajo de nuestros precios, lo que hace que no puedan poner nuestros productos en mercado interno”, explicó Leonel Aragón, Pro-Secretario Gremial de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) de Hurlingham donde se lleva adelante el reclamo, a Diario Resumen.
Aragón mencionó que la empresa buscó en primera instancia realizar los retiros de 50 empleados con un 50 por ciento de la liquidación por indemnización, pero que el gremio se opuso y planteó la necesidad de que la misma sea al 100 por ciento: “Logramos conseguir que sean 40 empleados, con la opción de retiro voluntario al 100 por ciento”.
Al mismo tiempo, destacó que se intenta mantener las negociaciones para que tenga el menor impacto posible en los trabajadores, teniendo en cuenta la coyuntura laboral y social del país buscando “salvar” a la mayor cantidad de empleados. “Son 168 familias y, a pesar del impacto que tiene, aún quedan 124 familias trabajando”, declaró respecto de la situación pilarense.
Con 40 empleados que debieron resignar sus puestos de trabajo, el representante de ATSA comentó que la lucha por evitar la caída de la industria sigue en pie tanto aquí como en otros distritos sea con paros, movilizaciones u otras medidas: “Seguiremos evitando llegar al conflicto, pero peleamos para que no caiga la industria. No se pone un freno desde el Gobierno, que si no hubiese abierto las importaciones teníamos la planta con los tres turnos trabajando a pura producción. Si no paramos la sangría de desempleos, se verán afectados a corto y mediano plazo todos los servicios”, dijo.
Leonel Aragón concluyó diciendo que la situación de la crisis económica se ha convertido en un “círculo negativo” para el consumo y la vida: “nos modifica las condiciones de vida como sociedad”.
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