Funcionarios municipales y de AYSA brindaron una conferencia de prensa en la que expusieron en detalle cómo se llevará adelante el convenio. Dejaron en claro es que el traspaso no será instantáneo y que tomará su tiempo.
Técnicos de AYSA se reunieron hoy con funcionarios municipales para brindar una conferencia de prensa en el Palacio Municipal en la que se explicaron los detalles sobre el convenio y cómo será la transición con Sudamericana de Aguas.
En representación del intendente Humberto Zúccaro, asistieron el secretario de Gobierno, Pablo Martínez, y el secretario coordinador de Obras y Servicios Públicos, Mariano Grimaldi. Del otro lado, por AYSA, estuvieron presentes el director de Obras Zona Norte, Pablo García; los directores de Planificación, Patricia Brunet y Fernando Calatroni; Rodolfo Rojas, de Relaciones con la Comunidad y Laura Bacha.
“Es un convenio histórico y estamos muy satisfechos de haber concretado este sueño iniciado en el 2010 y que hoy lo podemos hacer realidad”, dijo Grimaldi.
El secretario de Obras y Servicios Públicos agregó que AYSA está empezando a trabajar con los análisis, recolección de información y evaluación de la situación para ir realizando el traspaso con Sudamericana de Aguas y que recién se empezará a trabajar en los proyectos ejecutivos el año que viene.
La obra estructural, explicó, consistirá en acueductos que entrarán por las rutas 25 y 26 a través de un caño de 1,20 metros de diámetro. Los mismos provendrán de la planta potabilizadora de agua Juan Manuel de Rosas, perteneciente al municipio de Tigre. Esta planta toma su agua de un canal subterráneo de cinco metros de diámetro proveniente del río Paraná y tiene 15 kilómetros de extensión.
“Esos que dudan de que esto se haga, concretamente el candidato del PRO, porque ellos no quieren un gobierno con capacidad de respuesta, pero no quiero politizar esta charla técnica”, comentó Grimaldi antes de darle el espacio a los ingenieros de AYSA.
Los representantes de la empresa estatal aseguraron que “para abastecer un partido de la magnitud de Pilar las obras no se hacen de un día para el otro” y que para este abastecimiento se utilizará un tercio de la producción de la planta potabilizadora de Tigre.
“Estamos en la etapa de la puesta en marcha, construyendo los acueductos que primero van a llegar a Escobar y luego llegarán a Pilar”, expusieron. “Una vez que lleguen los acueductos vamos a estar haciendo las obras de redes secundarias”.
Según los funcionarios de AYSA a finales del año que viene las obras comenzarían a expandirse desde Escobar para abarcar el territorio pilarense.
En relación a posibles nuevas plantas de tratamientos de líquido cloacales dentro del distrito de Pilar, el secretario de Gobierno, Pablo Martínez, comentó que se están preparando dos locaciones. Una de ellas será cerca del río Luján, en parcelas lindantes al campus de la Universidad del Salvador, y será de mayor tamaño que la que existe ahora.
“La planta de Champagnat, si bien va a tener un tiempo donde va a seguir manteniendo su trabajo, paralelamente se irá construyendo la otra planta para así en algún momento hacer el cambio”, señaló Martínez.
El secretario de Gobierno también aclaró el aspecto cronológico de lo que se va a tardar en construir esa nueva planta. “Una planta para entrar en funcionamiento, la construcción puede tardar tres años, no decimos que se va a hacer en enero del año que viene, porque es imposible”, dijo.
En referencia a la diferencia de calidad entre el agua que provee AYSA y Sudamericana de Aguas los técnicos aseveraron que la clave está en los sistemas que se utilizan. Por un lado, dijeron, está AYSA que hace uso de plantas y por el otro, Sudamericana utiliza un sistema de pozos.
“El sistema de pozos tiene altas posibilidades de salirse de norma con el paso del tiempo por explotación del acuífero”, explicó uno de los representantes de AYSA. “El agua de la planta, en cambio, en el largo tiempo es sustentable, no tenemos el problema del uso del recurso subterráneo que con el tiempo se degrada por la cantidad de arsénico”. aseguró.
Otra de los beneficios que tiene una planta potabilizadora es que “es un único centro, un núcleo donde el control y el funcionamiento son más fáciles que tener 40 pozos distribuidos”.
En cuanto a los problemas de presión de agua que afectan asiduamente a los pilarenses explicaron que “el sistema que estamos implantando es uno de alta presión y para trasladarla a las redes hay unas válvulas reguladoras que bajan la presión y garantizan un nivel adecuado”. Esta mejora, afirmaron, va a garantizar caudal y presión de agua.
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