Pese a recibir algunos elementos, el cacique Clemente López señaló que la comunidad necesita ayuda para reabrir el espacio que asistía a 150 chicos.
El pasado martes, el cacique de la comunidad Toba de Presidente Derqui, Clemente López, solicitó ayuda nuevamente para poder alcanzar la reapertura del comedor que hasta el año pasado asistía a 150 chicos carenciados.
En diálogo con el programa “La Mañana de Resumen”, de FM Del Sol (91.5), el referente social señaló que recibieron donaciones de particulares, a los cuales agradeció profundamente.
“Le agradecemos a la gente que se acerca y se pone a charlar con nosotros. No tengo palabras cuando alguien se acerca de corazón a colaborar con nuestra comunidad”, expresó.
Sin embargo, el cacique argumentó que lo recolectado aún no es suficiente como para prestar un servicio por, al menos, una semana. “Con lo que recibimos todavía no pudimos reabrir el comedor porque no contamos con lo que se necesita para poner en marcha y empezar por lo menos durante una semana entera”.
Acto seguido, López señaló las direcciones en las que se puede acercar ayuda para el comedor de la comunidad. “Quienes puedan colaborar les pedimos que se comuniquen y nosotros los vamos a estar esperando. Igualmente, la dirección es Bahía Darbel y Sarmiento frente al colegio de las hermanas del Cardenal Copello”.
Los interesados podrán donar leche en polvo, todo tipo de alimentos no perecederos y ropa en buen estado, entre otras necesidades que se precisan.
Finalmente, el cacique reafirmó el compromiso que la comunidad Toba tiene para con la causa, y señaló que seguirán trabajando para alcanzar la reapertura, pese a la falta de respuestas desde el Municipio.
“De esta manera, igualmente seguimos trabajando por este tema. Estoy esperando una comunicación con gente del Municipio, porque nosotros hicimos una petición urgente, que ya lo venimos pidiendo desde el año pasado, por el estado de las calles de nuestra comunidad, que cuando llueve se inunda el comedor”, expresó.
Cabe recordar que el comedor permaneció sin funcionar durante diez años. En julio del año pasado logró, con un gran esfuerzo, reabrir sus puertas. Pero no se pudo sostener más de un mes. Durante ese lapso, se brindó el almuerzo a 150 chicos carenciados de la zona todos los sábados y domingos.
En su momento, previo a su largo cierre de una década, la institución pudo brindar desayuno, almuerzo y merienda de lunes a viernes.
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