La problemática que afecta a las farmacias procede de la falta de pago de las obras sociales, sobre todo de Pami. Desde el Colegio de Farmacéuticos de Pilar indicaron: “priorizamos la atención”.
Son de larga data los inconvenientes que tienen las farmacias para cobrar lo que les corresponde por parte de las obras sociales, y Pilar no escapa a este tema. En diálogo con el programa radial “La mañana de Resumen” (FM Del Sol 91.5), el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Pilar, Fabián Oroño, reflexionó sobre la situación, y se refirió puntualmente a Pami, la prestadora encargada de cubrir a los jubilados y pensionados.
“Es una problemática que no escapa a la mayoría de las obras sociales. El tema de Pami son los montos y el volumen que maneja esta obra social, que dificulta la operatividad de las farmacias”, señaló.
Asimismo, Oroño dijo que para las pequeñas farmacias resulta un esfuerzo atender a sus clientes. Hay una deuda importante, sobre todo por parte de Pami, pero sin embargo aseguró que “en Pilar se está atendiendo de modo completamente normal”.
“La situación va y viene. Normalmente, cuando ya estamos ahorcados aparece alguna nota de crédito salvadora”, contó Oroño, y sobre el caso puntual de Pami indicó: “Conociendo la situación de los abuelos, lo último que quiere hacer un farmacéutico es cortar la prestación de Pami. Priorizamos la atención".
Crisis farmacéutica
En septiembre, las farmacias realizaron un paro a nivel provincial. La medida de fuerza, que afectó a los afiliados de Pami, iba dirigida a la industria farmacéutica, encargada de liberar las notas de crédito.
En ese momento, la falta de pago correspondiente les imposibilitaba comprar nuevos medicamentos. La deuda en sí misma, a nivel nacional, alcanzaba los 2.000 millones de pesos.
Anteriormente, se había evaluado la posibilidad de cobrar un plus de 12,65 pesos por la atención nocturna. Sin embargo, en Pilar se decidió no adoptar la medida.
“El 90 por ciento de los medicamentos que se entregan por PAMI son sin cargo y al no recibir el pago de parte de la industria, las farmacias más pequeñas cuentan con graves problemas económicos”, había explicado Oroño meses atrás.
Resulta que el sistema que rige para el manejo de Pami, está a cargo de los grandes laboratorios de la industria farmacéutica, que le venden los medicamentos a las farmacias.
Así, para prestar el servicio los comerciantes deben deducir el 14 por ciento de las ventas y entregarla a las mismas firmas que luego los proveen. Sin embargo, una vez que el farmacéutico entregó el medicamento, estas potencias de la industria que conforman Farmalink, debe devolverles el 84 por ciento del valor. Pero esta devolución ni siquiera es en efectivo, sino en nota de crédito, cuyo pago demora varios meses.
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