La Conferencia Episcopal eligió nuevo presidente, monseñor Oscar Vicente Ojea

La nueva autoridad eclesiástica, elegida en el marco de la 114º Asamblea Plenaria que se realizó en la casa de ejercicios el Cenáculo La Montonera de Pilar, delineó tres lineamientos pastorales que desea para el nuevo trienio. Monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro, fue elegido como nuevo presidente de la CEA, en el marco de la 114º Asamblea Plenaria que se realizó en la casa de ejercicios el Cenáculo La Montonera de Pilar. El prelado marcó tres lineamientos pastorales que desea para el nuevo trienio. Asimismo, llamó a trabajar contra “la intransigencia y la intolerancia”. Aseguró además que “la Iglesia tiene que hacer su aporte, convocando a “tomarse en serio la propuesta del Papa a cuidar la vida”, lo que implica, afirmó, enfrentar "toda una situación de violencia que los argentinos están viviendo, como cultura, como atmósfera”. “Necesitamos una verdadera propuesta como cultura del encuentro de diálogo entre nosotros que implica trabajar para poder escucharnos y poder ir superando heridas que no nos están haciendo nada bien”, agregó. El primer desafío: la conversión pastoral Haciendo una profunda autocrítica del compromiso de la Iglesia en los principales temas que preocupan a los argentinos, monseñor Ojeda puntualizó que “el primer desafío es la conversión pastoral, el profundo encuentro con Jesucristo que nos mueva a esa conversión misionera que supone renovar las estructuras caducas de la Iglesia para hacerlas auténticamente misioneras”. En segundo lugar, propuso “tomarnos en serio la propuesta del cuidado de la vida que nos presenta el Santo Padre, en relación a cuidar la Casa Común y el desarrollo humano integral”. Finalmente, el tercer lineamiento será “una verdadera propuesta como cultura del encuentro, de diálogo entre nosotros los argentinos”, afirmó. Para el prelado, el trabajo del presidente del episcopado será “intentar trabajar en comunión a través de consensos, tratando de que cada una de las comisiones pueda ir logrando su cometido en armonía y, al mismo tiempo, cuidando que la voz de la Iglesia sea una”, expresó. El obispo también manifestó que “debe cuidarse nuestra comunicación, porque es muy importante para la Iglesia llegar con una auténtica comunicación propositiva, sin tener que estar atajando situaciones que se van presentando continuamente a través de los medios”.