La organización Familias en Lucha TGD TEA Pilar está a punto de constituirse legalmente. Son 32 familias del distrito que trabajan por los derechos de sus hijos.
Una nueva organización que lucha por los derechos de los niños con autismo está a punto de constituirse legalmente. Se trata de Familias en Lucha TGD TEA Pilar, conformada por 32 familias de Derqui, Pilar, Del Viso y Villa Astolfi, que empezaron a juntarse en abril. El sábado tuvieron un evento en el Centro de Jubilados Siglo XX, en Monterrey, para presentarse formalmente ante el Municipio. En los próximos días se constituirán formalmente como Asociación Civil de Bien Público.
“Somos familias de nenes que tienen autismo con distintos grados de severidad, y nos ayudamos entre nosotros. Compartimos experiencias y luchamos porque se cumplan los derechos de los chicos” contó Sandra Leyva, vicepresidente de la organización, en diálogo con Resumen. “Cuando tengamos los papeles en mano y la constitución legal, vamos a salir a reclamar por los derechos de nuestros hijos. Si el chico no tiene obra social el Estado se tiene que hacer cargo, no queremos perder más tiempo” añadió.
Algunos de los objetivos de la organización son la implementación de capacitaciones acerca del autismo, y la creación de un centro de día, para lo que buscarán el apoyo del Municipio. También van por la facilitación de terapias alternativas, como equinoterapia y natación. Pero principalmente, por la difusión y concientización.
En este sentido, Leyva, madre de una niña de 6 años con autismo, destacó que “apuntamos a la detección a tiempo, por eso queremos realizar una fuerte difusión. Una mamá que reconoce las características del autismo en su hijo va a detectarlo más fácilmente, y le preguntará al médico, en lugar de que le digan que tiene berrinches u otra cosa”.
“Apuntamos a que se cree un centro de día. Los niños tienen terapia cuando son chicos, pero a medida que van creciendo no hay lugares para su contención, sobre todo si tienen autismo severo. En Pilares de Esperanza está todo colapsado y solo atiende hasta los 6 años” apuntó Leyva acerca del pedido de un centro de día.
“A un niño con autismo se le cierran muchísimas puertas. La formación escolar es un tema muy difícil. Hay casos en que el grado de autismo no es tan severo, y el chico puede ir a una escuela normalmente, pero la maestra no está capacitada para eso. Tenemos mamás en el grupo con hijos de 20 años, y es una experiencia muy difícil” añadió la vicepresidente de la organización. “El niño necesita que toda la familia se involucre para salir adelante, que no sea solo la madre la que realiza un seguimiento”, remarcó.
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