Jueves 07 de Agosto de 2025

Miles de fieles celebran el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo

Cada 7 de agosto, miles de fieles celebran en todo el país el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. En el santuario de Liniers, epicentro de la devoción, se realizan misas durante toda la jornada mientras los creyentes se acercan a agradecer o pedir por empleo, alimento y bienestar en un contexto de fe y esperanza.


  • Jueves 07 de Agosto de 2025
San Cayetano

Este jueves 7 de agosto se celebra en todo el país el Día de San Cayetano, una de las festividades religiosas más importantes de la Argentina. Considerado el patrono del pan y del trabajo, el santo convoca año tras año a miles de fieles que se acercan a agradecer o a pedir por empleo, alimento y estabilidad económica.

El centro de la celebración tiene lugar en el santuario de San Cayetano, ubicado en la calle Cuzco 150, en el barrio porteño de Liniers, donde desde temprano se realizan misas en distintos horarios y una larga fila de devotos aguarda para ingresar al templo. La tradición marca que muchos llegan en señal de promesa, caminando largas distancias, mientras que otros se acercan con imágenes, estampitas o espigas de trigo para ser bendecidas.

San Cayetano de Thiene nació el 1° de octubre de 1480 en Vicenza, Italia. Tras obtener un doble doctorado en derecho civil y canónico en la Universidad de Padua, se trasladó a Roma, donde fue nombrado protonotario apostólico del Papa Julio II. Luego de la muerte del pontífice en 1513, Cayetano renunció a la vida de la corte y se ordenó sacerdote a los 35 años.

Comprometido con una fe activa y solidaria, participó de la asociación Del Amor Divino y más tarde fundó, junto a otros religiosos, la Orden de los Teatinos, que promovía una vida austera, centrada en el servicio a los pobres y enfermos. San Cayetano donó todos sus bienes y fundó los Montes de Piedad, instituciones que ofrecían préstamos con intereses bajos a quienes más lo necesitaban. Su labor pastoral estuvo profundamente enfocada en el acompañamiento de los desamparados, en una época marcada por fuertes desigualdades sociales.

Murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547 y fue canonizado en 1671. En Argentina, su figura cobró una especial relevancia en contextos de crisis, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y consuelo para los sectores populares.

El santuario de Liniers, donde se concentran las celebraciones, fue construido en 1900 y elevado a parroquia en 1913. Con el paso del tiempo, se consolidó como uno de los centros de fe más importantes del país y, cada 7 de agosto, se transforma en escenario de una de las manifestaciones religiosas más emotivas y multitudinarias del calendario argentino.

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