Se trata de un estudio realizado por los médicos argentinos Mariela Gerde, María Ercilia Ibarra, Carolina Heer, Romina Álvarez, Juan Carlos Balparda y Ernesto Beruti, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Austral; Fernando Rubinstein, médico estadístico; y Catalina Fernández Suárez, graduada de la carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, de la cual son profesores, a su vez, los médicos Gerde, Balparda y Beruti. Carolina Heer, por su parte, es docente colaboradora de la misma facultad.
Demostraron que las mujeres que padecían Síndrome Antifosfolipídico Obstétrico –un tipo de trombofilia- podían tener un 35% más de posibilidades de que sus bebés nacieran vivos si se aplicaba hidroxicloroquina a su tratamiento. Los resultados surgen de haber comparado el abordaje clásico de la enfermedad y un tratamiento en el que se incorporó la hidroxicloroquina.
Los especialistas realizaron un seguimiento durante 15 años (2004-2019), de unas 2.500 pacientes que se atendieron en la sección Gineco-Trombofilia y Embarazo del Hospital Universitario Austral. De todas ellas, 101 padecieron el Síndrome Antifosfolipídico Obstétrico y no habían respondido exitosamente al tratamiento tradicional, que se realiza con aspirina y enoxaparina.
De esas 101 pacientes, se dividieron dos grupos para evaluar los tratamientos: a 69 se les agregó hidroxicloroquina, mientras que a 32 se les suministró solamente el tratamiento tradicional. En el primer grupo, la tasa de nacidos vivos fue del 97,1%, mientras que en el segundo fue del 62,5%. Además, al analizar las complicaciones en el embarazo, en el grupo de madres que utilizó la hidroxicloroquina ocurrieron en un 8,7% de los casos, mientras que en el grupo que se abordó con el tratamiento tradicional ocurrieron en el 37,5% de los casos.
Respecto a las dosis suministradas, el primer grupo recibió 400 miligramos de hidroxicloroquina, 60 miligramos de enoxaparina y aspirina en bajas dosis. En el caso del segundo grupo, únicamente recibió 60 miligramos de enoxaparina y aspirina en bajas dosis.
“Luego de observar que las pacientes tratadas habían tenido complicaciones en sus embarazos a pesar del tratamiento clásico con heparina en embarazos previos, vimos que agregando hidroxicloroquina había una mejora significativa en los resultados”, remarcó la médica especialista Mariela Gerde, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Austral y profesora de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
“Esta investigación es alentadora para optimizar el manejo de pacientes con trombofilia adquirida de muy alto riesgo”, agregó.
El Síndrome Antifosfolipídico Obstétrico es una enfermedad autoinmune que genera complicaciones obstétricas, como pérdidas de embarazo y disfunciones en la placenta. El tratamiento clásico que se realiza con aspirina y enoxaparina ha mejorado significativamente el pronóstico. Sin embargo, entre un 20 y un 30% de esas pacientes pueden sufrir complicaciones obstétricas a pesar del tratamiento. En ese grupo, la hidroxicloroquina parece ser una alternativa viable para el tratamiento.
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