Matías Rossi hoy no tiene confirmada su continuidad en el TC para el 2018 y si lo hace tampoco tiene asegurado el equipo. Se vienen meses claves.
En el Turismo Carretera, Matías Rossi está más que preocupado. Si bien para el piloto de Del Viso no es para nada grato estar donde está, su preocupación (la falta de resultados) pasa por la compleja situación económica que se hace cada vez más difícil, a la hora de afrontar una temporada de TC con los costos que se manejan.
Por tal motivo para el 2018, que está a la vuelta de la esquina, el Misil no tiene confirmada su participación en el Turismo Carretera y en caso de hacerlo tampoco tiene asegurado el equipo.
En su Ford las publicidades están y lo acompañan, pero mirando desde afuera uno sabe que por lo que representa Rossi, el auto no debería tener espacios en blanco.
En el presente da la sensación de que el delvisense, fiel a su estilo, analiza todo fríamente y automáticamente entra en un estado de intranquilidad. Sabe que si a la falta de presupuesto para ser más competitivo le agrega la falta de protagonismo que hoy tiene, es mucho más alarmante.
El futuro de Rossi en el TC es incierto. Ni el propio Matías debe tener un panorama claro y alentador. Al hombre de Ford se lo ve preocupado con una realidad que es cruel y que muchos no ven o no quieren verla. El protagonista lo disimula muy bien pero para quienes lo conocen con solo ver su cara, en ciertos momentos, saben que hay cosas que a Rossi lo preocupan.
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