Esta semana, “La 1” celebra los cuatro años de su creación. El fanatismo y el deseo de ganar por sobre todas las cosas, se unen en un grupo que cada fin de semana, hincha por el mejor piloto de Pilar.
El automovilismo es el segundo deporte, por detrás del fútbol, más importante de Argentina. Eso se refleja en los miles de fanáticos que viajan cada fin de semana a todos los puntos del país para ver una carrera de cualquier categoría.
El viaje, los insumos, el hospedaje, la entrada, una sumatoria de gastos que no interesan cuando el objetivo es ver lo que uno más ama: ver a su ídolo correr. Precisamente eso es lo que unifica a “La 1”, una comunidad de personas que comenzó como cualquier hinchada cuatro años atrás y que hoy ya suman miles de seguidores de todas partes, atentos a cada paso que da el piloto pilarense Matías Rossi.
Jonathan González, oriundo de La Pampa, fue uno de los que impulsó el grupo apodado como “Rossi, nuestra única marca”, frase que entre los fierreros ya es una marca registrada.
La gran incógnita ¿cómo se creó ‘La 1’?
Fue por la maniobra que todo hincha del automovilismo puede recordar. Aquella entre Guillermo Ortelli y Rossi en San Luis, 2013. Fue un momento de tristeza y bronca por la pérdida del campeonato, una injusticia, pero nosotros sabíamos que estaba para la copa, que estábamos hinchando por el mejor de la Argentina. El es el “1”, y así fue como la patentamos con el lema “Rossi nuestra única marca”. Sin importar adonde vaya, nosotros lo vamos a seguir.
¿Pensaron que tomaría esta dimensión?
Con el correr del tiempo fue increíble la cantidad de personas que se fueron sumando. Me pone orgulloso lo que se logró y, sobre todo, el apoyo de Norberto, el papá de Matías, quien en todo momento estuvo en contacto con nosotros compartiendo esta misma pasión.
Independientemente de que no nos conozcamos, nos encontramos en distintos autódromos, es gente con la que tenemos una muy buena relación. Vamos a estar unidos hasta que Matías afirme que no seguirá corriendo más, afortunadamente para eso falta mucho.
¿El pase a Ford fue un quiebre en la hinchada?
Esa situación se dio como una especie de ‘colador’. Recibió muchas críticas a través de las redes sociales y lo tildaban de traidor, porque él siempre fue identificado como un piloto de Chevrolet. Lo cierto es que él siempre lo aseguró: ‘yo soy hincha de los pilotos, no de las marcas’. Si sale campeón con Ford, va a quedar en la historia por haberlo hecho con las dos marcas, eso es admirable.
Como hincha fue algo que me gustó, no cualquier piloto se anima a ese cambio. Muchos se alejaron y lo insultaron, pero otros se dieron cuenta que el fanatismo por su manejo era mucho más grande.
¿Qué pensás acerca del año de Rossi?
Está muy complicado. Al Toyota en el Súper TC2000 no le pueden encontrar la vuelta, por otra parte, en el TC se está trabajando en la adaptación al Ford, un cambio importante en el que no le va tan mal, mientras que en el Top Race, es el regreso a la división y por suerte se han dado buenos resultados. En cada una de ellas se han perdido puntos importantes que después hay que penarlos en el final de temporada, pero también hay que destacar su autocritica. Recuerdo esa fecha en Mendoza donde el mismo lo dijo: “No le puedo echar la culpa a los autos, puedo ser yo”. Fue un mensaje claro, duele, pero es la realidad y eso reflejó también su humildad.
¿Qué significa ser hincha de Matías Rossi?
Muchas cosas. Para mi es algo muy importante, cada uno de nosotros nos ponemos frente a la tv cada fin de semana para verlo correr. Sufrimos, nos emocionamos, lloramos y festejamos. Verlo correr es algo hermoso, es gratificante ser hincha del Misil. Como fanático puedo decir que somos bastantes exigentes, queremos verlo triunfar siempre, y cuando lo hace es de una manera excelente. A pesar de que los resultados a veces no se puedan dar, hoy y siempre vamos a estar junto a él.
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