La historia de Pilar no miente. Nuestro pueblo siempre ha sido creyente y devoto, sobre todo a la Virgen. El 12 de octubre, además de ser el Día del Respeto a la Diversidad Cultural a nivel nacional, en nuestra tierra celebramos nada menos que nuestro día, el día de Pilar. El Día de la Virgen del Pilar.
“Este año es muy especial, porque la Jurisdicción Parroquial cumple 250 años y el obispo lo ha declarado un año Jubilar, un año de alegría, perdón, de algo nuevo. Nos llena de júbilo. El domingo tuvimos la apertura de la Puerta Santa y fue muy emocionante, fue un acontecimiento que no solo termina el 12, sino que se prolonga todo el año”, indicó el Padre Jorge Ritacco a Resumen.
El párroco de nuestra querida Iglesia destacó que “es un año de gracia importante” sobre todo, luego de la pandemia del coronavirus que tanto daño ha causado en el mundo: “hoy es un momento de reencuentro, alegría, para nosotros también es especial que se haya arreglado el frente (de la Parroquia), la Plaza, todo es muy especial”.
Es que es importante remontarnos a los inicios del pueblo, a la figura de María Cabezas y su eterna devoción para con la Virgen. Sin dudas, hemos recorrido un largo camino y Ritacco, consultado por cómo ha evolucionado esa devoción de nuestro pueblo hacia nuestra Santa patrona, planteó: “creo que hay que seguir remarcando que Pilar se llama así por la Virgen, la devoción que trajo María Cabezas, el primer grupo de personas que se reunió, las primeras misas, tenían toda esta advocación de María tan presente. Eso fue creciendo y se hizo la Parroquia”.
“La gente, si uno rasca un poquito, tiene mucha devoción a la Virgen del Pilar. Nuestra propuesta es que María visite nuestra comunidad y la gente se pone contenta al encontrársela en la calle, con su imagen visitando el barrio. La gente siente que sigue acompañada por María, como lo estuvo en toda la historia”, añadió.
Además, enfatizó: “Muchos que hoy viven en Pilar no son oriundos y esta devoción a María del Pilar es propia de este pueblo y debiéramos contagiar un poco más al que viene de afuera porque a sus pies se firma el Tratado del Pilar. María, es un pilar fundamental de la historia de nuestro pueblo”.
Por otro lado, consultado por el mensaje que le gustaría dar a los pilarenses en medio de este difícil contexto social, el párroco se centró en la importancia de volver a las raíces, de volver a creer y tener fe. “Ese es el mensaje. Hay una canción que descubrí, que he usado en retiros, que dice ‘que tal si empezamos de nuevo, distintos, pero parecido. Encendamos el fuego’. Creo que ese tiene que ser el mensaje para esta época, volver a empezar”, dijo.
“Volvamos a empezar, distintos, pero parecido. Teniendo presente todo lo vivido, todo lo que hemos pasado, volviendo al origen, desde donde comenzamos. ¿Dónde comenzó toda esta historia? en la casa de María Cabezas, que le rezaba y tenía mucha fe en María. Como pueblo, como sociedad, debemos sacarle el polvo a nuestra fe y empezar a confiar como María, que lo que la hizo grande fue la fe que tuvo”, argumentó.
Por último, dijo: “tantas cosas en Pilar han sucedido con la presencia alrededor de María que quiere acompañar. El mensaje es ese, que sigamos confiando, creyendo, abrazándonos a su Pilar. Ella intercede ante Jesús, la Virgen siempre intercede por sus hijos. Eso debemos revitalizar en Pilar, el volver a confiar en ella”.
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