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“Basta de muertes” pide la familia de Sol Laborde, que fue a tener a su bebé al Meisner, pero no pudo salir. Pedirán justicia en silencio y con velas, junto a familiares de otras personas fallecidas en el hospital derquino.
Hoy, 4 de octubre, se cumple un mes de la muerte de Sol Laborde, una joven de 16 años que falleció tras alumbrar a su bebé en la Maternidad Meisner. Hasta allí se movilizarán hoy desde las 18:30 sus familiares y amigos, para pedir justicia. Lo harán en silencio y con velas, de forma pacífica, junto a otras personas que perdieron a sus seres queridos en el hospital derquino.
El pedido de justicia es organizado por el hermano de Sol, Juan Ángel Laborde, quien señala que “solo queremos que se esclarezca esto, que aparezca la persona que hizo que mi hermana fallezca”. “Ya han muerto muchos bebés ahí desde que falleció mi hermana, y hay dos mamás que están peleando por su vida. En este tiempo conocí mucha gente que pasó por casos similares” dijo, en diálogo con Resumen.
Sol tuvo a su bebé el 29 de agosto. Se le debió practicar una cesárea de urgencia, y el 1º de septiembre se descompuso y le administraron el medicamento que, sospecha su familia, terminó con su vida. “El suero tenía que pasar en 12 horas y pasó en 22 minutos” explicó Laborde. Al bebé le dieron de alta el 3 de septiembre. “Ella no pudo salir” dice el hermano. Ese mismo día la trasladaron al Sanguinetti, donde la intervinieron quirúrgicamente. “El Sanguinetti hizo todo lo posible. Mi hermana llegó ahí con los intestinos quemados por la medicación. La iban a volver a operar el miércoles, pero no llegó, le agarraron cinco paros cardíacos en menos de una hora, algo anormal” cuenta.
El abogado de la familia, Jonatan Cubilla Nieto, pidió la exhumación del cuerpo, ya que no le habían practicado autopsia, procedimiento que se realizaría el viernes. Por su parte, el hijo de Sol se encuentra en buen estado de salud, con su padre y la familia de la madre.
Esta tarde la familia exigirá la renuncia del director del Meisner, y del personal ajeno a la salud que trabaja allí. “Hay personas que no tienen nada que ver con la medicina, sin embargo, cumplen tareas de asistentes de médicos y enfermería” afirma Laborde. “Quiero que esto se solucione, por mi hermana y por tantas chicas que pasan por ese lugar”, añadió.
“No queremos que el hospital cierre, en Derqui lo necesitamos, sino que funcione como tiene que funcionar. Basta de muertes. No puede ser que muera gente por los maltratos que hay ahí adentro. Cuando mi hija nació me trataron muy mal, y no me la querían mostrar, a mi señora casi la mandan para el otro lado porque se pasaron con la anestesia” contó.
Finalmente, el hombre afirmó que lo “llamaron, sin decir de dónde, y preguntaron si necesitábamos algo económicamente, a cambio de calmar las aguas. Yo con plata no voy a recuperar a mi hermana”.
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