En la localidad están disconformes con la decisión de depender de la delegación de Fátima. También denuncian que hay dos médicos menos en la salita, y los cortes de Edenor no dan tregua.
Una de las más antiguas localidades del partido de Pilar, Manzanares, brega por soluciones a sus problemas. Sabido es que por 1888, finales del siglo XIX, llegaba a Manzanares el primer tren, del entonces ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, siendo luego de muchos años suspendido el servicio del Ferrocarril San Martín, en 1978 durante la última dictadura.
Hace apenas tres años, Manzanares recobró el mismo y sus habitantes felices y orgullosos de tener nuevamente desde el 14 de junio de 2014, el servicio de trenes entre Open Door y Pilar, con una frecuencia de 50 minutos, con un volumen de pasajeros de alrededor de 1.000 entre una y otra estación, según reza un informe de la flamante línea.
Hoy esa populosa localidad pilarense se encuentra con una noticia poco alentadora, además de haber perdido algunos servicios en cuanto a salud y seguridad, de haber llegado a tener dos delegados municipales en la misma localidad, hoy no tienen ninguno y pasó a depender de la entonces llamada Fátima Empalme.
Tal como adelantara en estas páginas la semana anterior el presidente de la Cooperativa de Servicios de Fátima y Manzanares (COSEFA), vecino de esta última, Luis Ramos, la Comuna ha hecho una reestructuración que no conforma en absoluto a la gente de Manzanares, ya que ahora la delegación pasó a depender de su vecina localidad de Fátima.
Sumado a esto, algunos vecinos se quejan del sistema de salud de la zona, denunciando que fueron retirados de la Sala de Primeros Auxilios (que se levantó gracias al esfuerzo de la población toda), dos profesionales, destacando también la demora que presenta en el servicio el nuevo sistema del SAME, para cubrir una emergencia en la zona.
Cortes de luz
Por otra parte, desde hace un tiempo parecería que Manzanares estaría castigada por la empresa que tiene la obligación contractual de brindar el servicio eléctrico. Ya es una muy poca sana costumbre, la de cortar el suministro sin aviso alguno y con pocos motivos a la vista. Son frecuentes los cortes los sábados y domingos por la mañana; parecería que con la intención de molestar el descanso de los muchos visitantes del fin de semana y, durante los días hábiles, complicarle la vida a quienes tienen su permanencia en la localidad.
Según rumores, la empresa aduce que en Manzanares hay un 35 por ciento de frentistas que pagan el servicio y otro 65 que no lo hacen entonces, pagan justos por pecadores. Es muy común y ya se ha vuelto casi cotidiano, el hecho de escuchar explosiones a la mañana de los transformadores de la empresa, seguido esto con el corte general de electricidad en toda la zona, en la de los que pagan y los que no.
Por último, los vecinos más quejosos reclaman obras para Manzanares, tales como veredas que solo llegaron hasta la zona del barrio Río Luján, la repavimentación y bacheo del camino que comienza a deteriorarse y hasta muchos piden una escuela secundaria, sin olvidar lo reclamado al sector financiero, como sería la instalación de un cajero automático que les permita no tener que trasladarse hasta Pilar o por lo menos hasta la zona del Parque Industrial para contar con este importante servicio.
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