Se manifestaron el pasado lunes en el Parque Industrial en reclamo de mejoras salariales. Se les otorgó un incremento del 35 por ciento, que será pagado en dos veces más una suma fija de 1500 pesos. "Estamos satisfechos", expresaron desde el gremio.
Se levantó la medida de fuerza que paralizó plantas del sector alimenticio en el Parque Industrial el último lunes, luego de que el Sindicato de los Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) llegara a un acuerdo salarial “satisfactorio”.
Concretamente, los referentes del gremio de Alimentación reclamaban un aumento salarial del 40 por ciento, por lo que pararon durante cuatro horas por turno la producción en las fábricas Knorr, Ades y Hellmann`s, pertenecientes al grupo Unilever, y las empresas Bimbo y Riera. Los empresarios ofrecían un incremento con tope máximo del 30 por ciento.
Finalmente, alrededor de las 22 del lunes, las dos partes pudieron acordar en la audiencia que se realizó en el ministerio del Trabajo un aumento del 35 por ciento, con el cual quedarían "satisfechos" por el momento.
Al enterarse del acuerdo, los obreros retomaron la producción en las primeras horas de hoy. Luego de una pequeña asamblea entre los trabajadores afiliados al gremio que se realizó a las 6 de la mañana, a las 7 el trabajo en la planta funcionó sin más interrupciones.
La suba salarial dejaría al sueldo básico del empleado en 9 mil pesos. El incremento se dividirá en dos partes, una del 20 por ciento que ya comenzará a abonarse mientras que el 15 por ciento restante se integrará al salario del trabajador en septiembre. Además de este aumento, se acordó el pago de una suma fija de 1.500 pesos.
Sin embargo, Emanuel Montenegro, representante del gremio, informó que "muchos compañeros quedaron con ganas de un poco más".
Este deseo hace referencia principalmente a cuestiones extra salariales como la reducción de la jornada laboral y el control del despido del personal temporal.
Con respecto a la primera requisición, los obreros piden que se deje de trabajar los sábados por la tarde. Esta medida ya se refleja en otras fábricas del Parque Industrial como, por ejemplo, Establecimiento Gráfico Impresores.
En cuanto al segundo reclamo, Montenegro hizo referencia a que "se despide a muchos trabajadores con contrato temporal y después quedan vagando en busca de un nuevo trabajo". Ante esto, el gremio reclamaría que esta modalidad común en las empresas del polo fabril, se apacigüe.
Por fortuna, el conflicto, que contó con el acatamiento del 100 por ciento de los 4 mil afiliados, se pudo solucionar sin demasiados inconvenientes, a diferencia de los demás problemas gremiales que se suscitaron durante los últimos meses, como el caso de los 54 obreros cesanteados de la autopartista Kromberg & Schuberto el complicado juicio que llevan adelante los trabajadores del frigorífico Amancay.
"Vamos a seguir en busca de mejoras. Queremos solucionar el tema de las irregularidades en las categorías laborales y ver si conseguimos la reducción de la jornada laboral. Ya conseguimos que las comidas sean iguales para todos porque antes nos daban fiambre mientras que los supervisores comían mejor", amplió.
Para cerrar, el gremialista disparó: "Si el trabajador se manifiesta demuestra que no le tiene miedo a la patronal".
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