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La firma mexicana puso a la venta la histórica galería luego de meses de obra, generando un gran desconcierto. También cerró la oficina comercial que funcionaba a una cuadra.
Pese a los meses que llevan las obras en la galería rosa, el histórico edificio situado frente a la Plaza 12 de Octubre no será sede de la cadena mexicana Coppel. Desde fines de la semana pasada, la ex galería Pilar Plaza está nuevamente en venta.
La decisión de la firma, que actualmente cuenta con 22 sucursales en la provincia de Buenos Aires, por ahora constituye un misterio. Desde el área de Desarrollo Económico del Municipio manifestaron que Coppel no se comunicó con ellos para informarles sobre la venta, si bien existía relación con el Municipio. “Nos tomó a todos por sorpresa. De hecho la Oficina de Empleo intervino en la búsqueda de personal para la tienda” dijeron desde la secretaría a Resumen.
Dos versiones circulan por el momento: que el espacio no alcanzaría para la empresa, que se define a sí misma como “un concepto diferente en tiendas departamentales, donde podés encontrar, en un mismo lugar, una gran variedad de productos de electrónica, muebles, indumentaria, calzado y mucho más para toda tu familia”, o que los estudios de mercado fueron desfavorables.
Lo cierto es que se frenaron las obras de refacción, y en su lugar la fachada exhibe un cartel de venta de la inmobiliaria LJ Ramos, desde donde dijeron desconocer el motivo de la venta.
Coppel, además de estar realizando obras en la galería hacía meses, contaba con una oficina comercial sobre San Martín, a una cuadra de la plaza, e incluso en su momento había encarado una campaña con promotores en el centro de Pilar.
En un primer momento se había anunciado que la tienda abriría en diciembre del año pasado, para las fiestas, pero la postergación finalmente se convirtió en cierre. Un año antes, a fines de 2015, debieron cerrar sus puertas los locales que funcionaban al interior de la galería, muchos de los cuales se reubicaron en el centro pilarense.
Cabe señalar que, pese a las obras internas, la firma no podía modificar la fachada de la galería gracias a una ordenanza impulsada por Gustavo Trindade, para preservar el patrimonio cultural, arquitectónico y urbanísitco del municipio.
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