La Fundación Luces depositó 40 mil pesos para congelar el precio del audífono de Gabriel

El niño, de 3 años, padece hipoacusia neurosensorial. Hace meses, un grupo de voluntarios lleva a cabo la recolección de tapitas para conseguir el implemento que necesita para poder llevar una vida normal. La campaña “Ayudanos a ayudar, audífonos para Gabi” dio un importante paso el miércoles pasado. A través de la Fundación Educativa Luces, entidad que impulsa la movida solidaria, se entregó la suma de 40 mil pesos a Widex, empresa que comercializa el audífono que necesita el niño de 3 años. El dinero depositado sirve para congelar el precio del audífono hasta marzo del año que viene, lo cual dejaría el monto en alrededor de 50 mil pesos, ya que la empresa no brinda un descuento. Ahora el desafío es juntar los 3.800 kilos de tapitas que les faltan, de los 18 mil kilos totales que necesitan, antes de ese mes. Gabriel es un niño de 3 años que padece hipoacusia neurosensorial bilateral severa. Es una enfermedad producida por la pérdida sensorial del oído interno o el nervio auditivo, con la consecuente dificultad para entender el habla. Es por eso que Gabriel necesita el costoso audífono para poder llevar adelante una vida normal. La campaña de recolección de tapitas plásticas comenzó a fines de agosto, en el colegio donde trabaja la mamá de Gabriel, el Almirante Brown. La escuela a su vez se apoya en la Fundación Luces, que a través de las tapitas consigue el dinero necesario para llevar a cabo diversas campañas solidarias. Por ejemplo, consiguieron sillas de ruedas, donaron alimentos y ropa a diversas instituciones, y también colaboran con escuelas de Purmamarca, en Jujuy, a través del proyecto “Amiguitos del norte”. El primer paso de la campaña fue la creación de la página de Facebook “Tapitas para Gabi” para conseguir difusión. Entonces, empezaron a ofrecer no solo tapitas, sino también dinero y audífonos usados. La ayuda de la gente permitió juntar los 40 mil pesos necesarios para congelar el precio del dispositivo. Mientras tanto, continúa la lucha contra la obra social que no quiere hacerse cargo del tratamiento de Gabriel, que requiere una fonoaudióloga y una maestra para él.