Es uno de los espacios con más historia dentro de la grilla de la subsecretaría de Deportes comunal. Trabaja en Carabassa, Manzanares y el Instituto “Pellegrini”. Sus coordinadores destacaron “la función social que cumple la escuela”.
Desde que Aldo Carabajal comenzó a trabajar con los chicos del barrio Carabassa y luego extendió su labor a la zona de Villa Rosa, el sóftbol se ha convertido en un deporte que eligen muchos chicos del distrito, especialmente también a partir de la práctica que se desarrolla en el ámbito escolar.
La irrupción de la disciplina se dio a mediados de los ’90 y también contó con apoyo desde la Comuna, que poco tiempo después dispuso la creación de la Escuela Municipal de Sóftbol, una de las más antiguas de la grilla junto a las de Básquet y Voley.
Hoy, a casi 20 años de aquel momento, el espacio no solo sigue vigente sino que se ha potenciado y amplió su radio de acción, buscando acercarse a la mayoría de los barrios y localidades del partido.
En la temporada 2014, la Escuela comunal de sóftbol, que es gratuita y depende de la subsecretaría de Deportes distrital, cuenta con tres sedes en el barrio Carabassa, Manzanares y el emblemático Instituto “Carlos Pellegrini”, el sitio donde se cimentó la historia grande de esta disciplina en Pilar.
“Estamos trabajando muy bien en los tres lugares. Ya hay una base de chicos importante y todos los años se agregan más. Además vienen con muchas ganas y se va notando el progreso a partir del trabajo”, comentó la profesora María de los Ángeles Sinigaglia, quien comparte la tarea docente junto a Marcelo Guerrero, uno de los históricos integrantes del plantel de Los Tigres de Pilar.
La escuela, en sus diferentes locaciones, tiene actividades todos los días de la semana a excepción de los viernes y domingo, y recibe a varones y mujeres de 7 a 17 años, aproximadamente.
“Está claro que cumplimos una doble tarea, deportiva y social. En cuanto a lo deportivo estamos muy conformes con el rendimiento de los chicos en los entrenamientos y en los partidos que se organizan a modo de encuentros con otros clubes y escuelas. Además, estamos viendo la chance de volver a sumarnos al proyecto “Menores en Acción” de la Asociación de Sóftbol de Buenos Aires”, apuntó Sinigaglia. Y agregó: “También estamos satisfechos por la tarea social que se cumple. Ya sé que se le da una variante deportiva a los chicos de todos los barrios y una contención, permitiendo que puedan escaparle a la calle que tantos peligros trae”.
En el barrio Carabassa, la Escuela Municipal de Sóftbol trabaja los lunes y miércoles de 13 a 15 a las órdenes de Marcelo Guerrero, quien también coordina junto a la profesora Sinigalia, los entrenamientos que se efectúan en el “Pellegrini” los lunes y miércoles de 15 a 17 y los sábados de 9 a 17. Por su parte, “Machan” Sinigaglia está al frente de las prácticas que se llevan a cabo en el predio de la estación de trenes de Manzanares los lunes y miércoles 15 a 17.
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