El titular del organismo, Juan Trovatelli, indicó que se creó el premio para reconocer la labor de los vecinos. El primer reconocimiento fue otorgado a Evelyn Lomartiné.
La Defensoría del Pueblo de Pilar inició un proyecto conmemorativo en el que se otorgarán reconocimientos a vecinos, quienes a través de su vocación de vida, aporten crecimiento y legado a la historia de nuestro distrito.
Para darle inicio a la congratulación, el ente defensor premió a la hermana Evelyn Lomartiné (mismo nombre que llevará el reconocimiento en sus futuras entregas), una monja nacida en 1933 quien destacó a lo largo de su vida por su aporte y contribución en la búsqueda de la verdad que responda a la memoria de la justicia nacional.
Así lo expuso el Defensor del Pueblo, Juan Pablo Trovatelli: “Desde este año empezamos a elaborar una idea de generar un premio institucional a ser otorgado desde la Defensoría del Pueblo. Nos pareció interesante que lleve el nombre de la hermana Evelyn Lomartiné y que el primero fuera para ella”.
Sobre la inclusión de este galardón a los vecinos pilarenses, Trovatelli indicó que esto impulsará la solidaridad del distrito: “Es un nuevo espacio que se inicia con la entrega de un reconocimiento a la hermana por su labor en la defensa de los derechos. Este espacio continuará a lo largo del año y tendrá como fin reconocer a todos aquellos vecinos pilarenses en su defensa, trabajo y promoción de los derechos humanos”.
Trayectoria intachable
Evelyn Lamartine nació el 3 de septiembre de 1933 en Buenos Aires. Se crió en un conventillo del barrio de Once. Su madre era modista y su padre, un mecánico socialista “que no podía entender que su hija se hiciera monja”.
Hizo su catequesis en la Iglesia de la Santa Cruz, a pocas cuadras de su casa. Desde chica, sintió un marcado interés por el mundo obrero, el mundo de sus padres. Le planteó esta inquietud a uno de los curas de la parroquia quien le sugirió que se acercara a la Congregación de las Misiones Extranjeras.
En 1960, viajó a Toulouse para hacer el noviciado. Allí conoció a la hermana Alice Domon. El 5 de febrero de 1967, viajaron juntas a Buenos Aires, donde conocieron a Léonie Duquet.
En 1977 a la salida de una misa en la Iglesia de la Santa Cruz, genocidas secuestrarían a Alice y el 10 de diciembre de 1977 a Léoine
Desde ese momento, la Hermana Evelyn Lamartine se puso en camino a buscar a sus hermanas. Sin cesar hasta el día de hoy. Muchísimo hizo en estos últimos 40 años para la construcción de la memoria, la búsqueda de la verdad y la consecución de la justicia de nuestro país.
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