Se trata de un mochilero de 28 años que desde hace un año y medio vivía en el país vecino. Murió de un ataque de epilepsia, y para repatriarlo se necesita al menos 600 dólares y que un familiar lo busque.
Un joven de 28 años, que desde hace cuatro años recorría Sudamérica como mochilero, falleció en Bolivia tras sufrir un ataque de epilepsia, y sus familiares que residen en Pilar, necesitan dinero para traer los restos del difunto y poder darle una digna despedida.
Se trata de Jonathan Ariel González, que se fue de su casa en el distrito hace cuatro años y comenzó una nueva vida como mochilero. De esta manera, vivió un tiempo en Tucumán, luego fue a Perú y, finalmente, llegó a Bolivia hace un año y medio. Allí, se dedicaba a vender pulseras artesanales y hacía malabarismo en los semáforos para vivir.
Respecto de la muerte, allegados al joven aseguraron a Crónica que Jonathan sufrió un ataque de epilepsia el domingo 14 de abril y falleció en el Hospital Viedma, situado en Cochabamba, y ellos recién se enteraron de su muerte el pasado viernes.
“No quisieron darnos muchos detalles de cómo fue que murió, desde el centro médico dijeron que fue a causa de un ataque de epilepsia”, manifestaron sus familiares al mismo medio.
Además, expresaron que deben juntar más de 30 mil pesos para traer los restos cremados del joven a nuestro país, y si quieren el cuerpo, la tarifa sería mucho mayor. “Nos dijeron que debemos pagar 400 dólares para que retiren el cuerpo de la morgue. Luego, 200 más para cremarlo. Después, un familiar debe ir al país a buscar sus cenizas”, dijo Patricia, de 51 años, madre del joven.
Y agregó: “Somos una familia trabajadora y muy humilde, no tenemos esa cantidad de dinero. Estamos desesperados. Supuestamente, su cuerpo está envuelto en bolsas y permanecerá así hasta que lo saquemos. Nadie nos quiere ayudar”.
Desde que se fue de su casa, el joven mandaba un mensaje a su familia a través de Facebook para contarles las novedades de su viaje, al menos una vez por mes. Este viernes, su hermana decidió escribirle porque lo extrañaba y, al entrar al perfil del joven, se encontró con terribles publicaciones de personas que despedían a su familiar. “‘Que en paz descanses’, le escribieron sus amigos en su muro. Me costó mucho entender la situación. No podía creer lo que estaba leyendo. Entonces, comencé a investigar”, dijo Jennifer, su hermana.
[blockquote footer=""] “Estamos destruidos, no sabemos qué hacer. Solo queremos traerlo y despedirlo”[/blockquote]
Asimismo, añadió: “Le mandé mensajes a sus amigos y me dijeron que mi hermano estaba muerto. Según me contaron, estaban reunidos en una casa cuando Jonathan sufrió un ataque de epilepsia”.
Y sentenció: “Me dijeron que no lograron salvarlo en el hospital. No nos dan más información, no sabemos con detalles qué fue lo que pasó. Estamos destruidos, no sabemos qué hacer. Solo queremos traerlo y despedirlo”.
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