El base llegó a esta instancia con San Martín de Corrientes después de ganar por 85 a 84 el tercer juego de la serie semifinal ante Atenas de visitante. Esta es la segunda final del pilarense.
La temporada 2017/2018 de la Liga Nacional de Básquet está llegando a su fin, ha sido un año de una dura competencia para todos los equipos que han participado de esta edición del certamen y son pocos los que han sido capaces de superar los obstáculos que les presentó el mismo.
Uno de ellos fue San Martín de Corrientes, que logró convertirse en el primer finalista tras vencer a Atenas en condición de visitante por 85 a 84 en el tercer juego de la serie semifinal y espera rival que saldrá del cruce entre Instituto y San Lorenzo.
Una de los figuras que compone el plantel del conjunto correntino es pilarense, esa persona es ni más ni menos que el base Jonatan Treise quien tuvo minutos dentro de la cancha en el juego del lunes y aportó dos tantos, cinco rebotes y la misma cantidad de asistencias durante la noche cordobesa. El base vuelve a disputar una final tras haber caído en la única que jugó, la de 2007/08 vistiendo los colores de Quimsa y que fue derrota ante Libertad de Sunchales.
Pero el aporte de Treise a lo largo de la temporada ha sido magnífico para los dirigidos por Sebastián González ya que anotó 383 puntos dentro de los 1175 minutos que jugó en los 50 partidos que disputó, con 102 rebotes y 137 asistencias.
El partido
Un arranque endemoniado fue el de San Martín en la noche del lunes, en el que se aprovechó de un dormido Atenas y sacó rápido una diferencia de 12 a 0 que golpeó duro a los locales que no se pudieron recuperar del todo y se fueron al primer descanso perdiendo por 25 a 15.
En el segundo parcial, el trámite iba a ser parecido, con la visita anotando reiteradamente a través de Federico Aguerre y Jeremiah Wood para irse al entretiempo 45 a 31 ante un rival que no se despertaba.
La reacción de Atenas iba a llegar en el tercer cuarto cuando el entrenador apostó a la sangre joven, obteniendo buen rédito de ello y acortando las distancias a 55-61. El parcial definitivo fue infartante ya que Atenas seguía en remontada y lo daba vuelta 75 a 73, pero fue allí donde la regularidad ayudó al “Santo” que siguió anotando y se aprovechó de la falta de efectividad local a la hora de la definición para ganarlo 85 a 84.
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