El basquetbolista baleado durante un asalto evoluciona con rapidez en su casa y es inminente que comience a entrenar en el Club Sportivo. Hay dos detenidos por el hecho ocurrido en octubre en el barrio Tropiano.
Francisco Ruiz, el basquetbolista de 17 años que fue baleado y perdió un riñón en un intento de robo, está en su casa hace un mes y ya tiene el alta de los médicos.
“Fran está muy bien, hace una vida normal. Pudo reincorporarse para terminar el colegio y dentro de un mes va a empezar a entrenarse nuevamente en el club”, comentó su papá Gustavo Ruiz.
Por su parte Yamil Caballero, presidente del Club Sportivo, donde Francisco juega y dirige a los chicos de la categoría Pre-mini, manifestó: “Estamos todos a la expectativa de que se recupere completamente y vuelva pronto a las canchas del club que lo vio crecer”.
El intento de robo en el que fue herido Francisco ocurrió el viernes 24 de octubre a la noche en Paraná al 200, en el barrio Tropiano, a cinco cuadras de la comisaría y de la fiscalía.
El joven estuvo internado más de 10 días y generó el apoyo de sus amigos de Sportivo y sus compañeros de sexto año del Instituto Madre del Divino Pastor, quienes estuvieron cerca de él y su familia. Además de visitarlo en los horarios establecidos, lo hicieron a través de las redes sociales.
Hasta el momento, por el caso están detenidos Juan Manuel González Terán (28) y un menor con identidad reservada de 17 años. González Terán fue detenido en Juan B. Justo al 400 por los efectivos de la Comisaría Pilar Primera durante un allanamiento.
Según el Registro Nacional de Reincidencia, el sospechoso es un ex convicto que recuperó la libertad el 14 de junio tras cumplir una condena de siete años de prisión en la Unidad N° 41 de Campana por tentativa de homicidio. Por otro lado, el presunto cómplice que acompañó a González Terán fue detenido en el cruce de la calle Costa Rica y Pena.
Durante el allanamiento, la Policía Bonaerense halló tres proyectiles calibre 11.25, iguales a la bala que hirió a Ruiz, y una camiseta argentina idéntica a la que describieron los testigos que usaba el menor en el momento de la agresión al joven basquetbolista. El caso fue caratulado como “tentativa de robo agravado por lesiones gravísimas” y la condena por este tipo de delitos es de 3 a 10 años de prisión.
Según fuentes policiales, el día del ataque dos delincuentes intentaron ingresar a la vivienda de uno de sus compañeros de escuela, donde se habían reunido a cenar, cuando abrieron la reja por la llegada de otros invitados.
El grupo forcejeó con los ladrones y éstos se escaparon. Durante la huida, uno de los delincuentes disparó y una bala hirió a Ruiz.
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