Comenzó en 2011 como trabajo voluntario, cuando había 40 alumnos. Con más de 200 exigen percibir un sueldo y tener obra social, reconociendo el trabajo que realizan. Además, piden mejoras en seguridad y condiciones edilicias.
Los referentes de las sedes del Plan Fines que funcionan en nuestro distrito han solicitado a través de un comunicado de prensa que, tras casi siete años de trabajo voluntario, se les abone un sueldo y se les otorgue obra social. También piden mejoras en seguridad y estructura edilicia. “Como referentes pedimos a las autoridades que regularicen nuestra situación”, reza la carta.
“Nunca se nos reconoció o pagó el trabajo como a cualquier otro empleado. Nosotros hacemos trabajos administrativos, somos encargados de inscribir, llevar documentación, abrir y cerrar los colegios”, dijo Lorena Almada, referente del Fines de la Escuela Nº 29, a Diario Resumen.
Además, se refirió a la situación laboral que viven día a día todos los referentes: “trabajamos de lunes a viernes, de 17.30 a 22.30, no tenemos patrulleros que estén en la zona. Hay sectores en los que no hay luz, deficiencias y carencias en los colegios, no funcionan los enchufes, no hay agua”.
Almada, agregó que todos los referentes lidian con las problemática que traen desde sus hogares los alumnos: desde la violencia, abandono, desigualdad social y falta de trabajo. “Nuestro trabajo es más amplio de lo que se puede suponer”, expresan en la carta.
En 2011 las sedes en las que fueron erigidos como referentes voluntarios tenían no más de 40 alumnos, pero con el paso de los años este número ha aumentado y ya llegan a los 200 inscriptos, más decenas de alumnos en lista de espera. “La exigencia es otra, el trabajo también. Es demasiado el tiempo que esperamos para intentar conseguir seguridad, obras sociales. Estamos complicados dentro de los colegios, no tenemos un seguro, un teléfono público para llamar policías o ambulancias. Son situaciones feas a las que nos exponemos todos los días”, afirmó Almada.
El dinero para mantener las sedes es puesto por los propios referentes. “Salen de nuestros bolsillos las tizas, los borradores, los elementos del botiquín, las fiestas de egresados. Los mapas, útiles de matemáticas, con donaciones hemos pintado pizarrones, el colegio, pusimos teléfono, cambiamos las luces de baños”, especificó.
En la carta, cierran explicando que les “gustaría exigir al CENS 451 no solo el apoyo moral, sino institucional”. “Queremos que se reconozca nuestro trabajo como algo que debe ser remunerado”, cerró Lorena Almada, en nombre de los referentes del distrito.
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