El conjunto pilarense igualó 0 a 0 con Brown y protagonizó una nueva decepción. El debut de Guillermo Comesaña en el banco del cuervo no alcanzó para mejorar las pálidas actuaciones que el equipo ofreció este campeonato.
Fénix no levanta vuelo. Lejos de cambiar, la llegada de Guillermo Comesaña como director técnico no cambió demasiado el panorama de un equipo que se dedica a tachar las fechas en el calendario para llegar al final de un torneo tétrico.
Al menos, en el estreno del nuevo entrenador, el Cuervo sumó un punto. Por la 19ª fecha de la Zona A del Torneo de Transición de la Primera B Metropolitana, en el estadio Lorenzo Arandilla de Adrogué, el Albinegro igualó sin goles frente a Brown.
Así, acumula diez partidos sin ganar, con siete derrotas y tres empates desde la octava fecha, donde le ganó a Brown de Adrogue en condición de local con goles de Germán Rivero y Santiago Bianchi de penal.
El cero fue el calificativo para un partido soporífero que dejó en claro por qué ambos equipos suman más penas que alegrías desde el inicio de este campeonato corto. Los de Adrogué se despidieron definitivamente de la lucha por el Reducido, mientras que los de Pilar apenas se alejó de la última colocación (comparte la 9ª posición con Atlanta, apenas tres puntos por encima del colista Deportivo Merlo).
Justamente, el próximo compromiso de Fénix será frente al Charro. Por la 20ª fecha, se medirán mañana, desde las 15:30, en la cancha de UAI Urquiza, en Villa Lynch, donde el Cuervo cumplirá el formalismo de ejercer la localía.
La acción
En líneas generales, el encuentro dejó muy poco para analizar desde el punto de vista futbolístico. Con el viento como aditivo (aunque no como excusa del flojo espectáculo), ninguno de los dos equipos logró imponerse.
En los primeros minutos, Brown pareció acomodarse mejor -con Matías Sproat como el único que intentó algo distinto- y encontró falencias en el costado derecho de la defensa de Fénix, donde Leonel Bargas y Gastón Minutillo no hacían pie. El Cuervo, mientras tanto, apostó al contraataque, aunque con nulos resultados.
La primera situación de riesgo llegó a los 14 de la primera etapa, cuando Juan García anticipó en el primer palo y cabeceó arriba del arco de Mariano Mittelman. Fénix respondió cinco minutos después, con un disparo muy alto de Minutillo, que no advirtió que Bianchi entraba solo por el medio.
La chance más clara del local llegó a los 22 minutos. A la salida de un córner, Facundo Lemmo remató, tapó Mittelman, en el rebote la desvió Jonathan Tridente, pero el arquero del Cuervo volvió a impedir el gol y se quedó con la pelota.
Y a los 31 minutos, Fénix estuvo a punto de ponerse arriba. Santiago Bianchi tomó la pelota en tres cuartos de cancha y, con espacios, sacó un derechazo que reventó el travesaño de Fernando Otarola y picó afuera. Esa fue la última posibilidad de gol de un primer tiempo olvidable.
El complemento lejos estuvo de ser distinto. Ambos equipos repitieron limitaciones y la pelota pasó más tiempo por el aire o perdida en algún lateral que dentro del campo de juego.
Así, las posibilidades de gol se vieron reducidas a algunas pelota quieta milagrosa o a alguna acción individual.
A los 32 minutos, Lemmo se fue expulsado por recibir la segunda amarilla tras una patada sin pelota a Minutillo y parecía abrir una chance para Fénix. El Cuervo, sin convencimiento, tomó las riendas del juego, pero se quedó sin argumentos a la hora de profundizar.
Así, solo hubo lugar para que a los 36, Ezequiel Petrovelli obligara a una estirada algo más esforzada de Otarola para evitar el gol. Y sobre la hora, Rodrigo Pepe, por el lado de Brown, y Tomás Romero, en Fénix, tuvieron sendas chances de rematar, pero, siendo fieles a la pésima tarde, dispararon muy desviado.
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