Viernes 04 de Octubre de 2024

Falleció el reconocido docente Carlos Andrés Marchese

Comenzó su carrera en los ´60 en la Escuela Primaria 27 de Derqui, siendo el único maestro del colegio. También fue profesor en la Secundaria 6 de Peruzzotti y en la 8, Tratado del Pilar.


  • Miércoles 13 de Octubre de 2021
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Comenzó su carrera en los ´60 en la Escuela Primaria 27 de Derqui, siendo el único maestro del colegio. También fue profesor en la Secundaria 6 de Peruzzotti y en la 8, Tratado del Pilar.

Aunque venía hace tiempo luchando con una enfermedad terminal, profunda congoja causó en el ambiente educativo pilarense la noticia del deceso a la edad de 77 años del reconocido profesor pilarense, ya jubilado, Carlos Andrés Marchese.

Marchese había comenzado su carrera docente en la década del ’60 como maestro de primaria en varias escuelas del distrito, entre ellas la 27 de Presidente Derqui, siendo en esos tiempos el único docente varón de la escuela, por lo cual los alumnos lo conocían más por  “el Maestro”, que por su nombre.

Siendo aún maestro de grado, integró como profesor fundador, el primer equipo docente de la Escuela Secundaria 6, cuando aún no contaba con su edificio propio en el barrio Peruzzotti y funcionaba en las instalaciones de la Escuela 4 de Villa Verde, en horario vespertino.

“Empezó como profesor de Lengua y Literatura  para primer año –recordó el profesor Horacio Canesi, también integrante del primer plantel docente de la importante institución educativa pilarense-, con él estaba también un gran profesor de Matemáticas ya fallecido, Ventelinuz Saks. Los dos fueron una verdadera columna vertebral de esa escuela secundaria que se estaba formando con chicos que venían golpeados por  haber repetido en otras escuelas diurnas. Los dos fueron guías para esos chicos de edad adolescente que venían con problemas familiares y personales importantes; siempre interesados en qué pasaba en el interior de esos chicos, para que se comportaran mal en la escuela”.

“Con Carlos hemos sido muy buenos compañeros y amigos. Teníamos charlas muy extensas y profundas, donde siempre el tema central era la educación. Al respecto, recuerdo una anécdota que le tocó vivir cuando era maestro de primaria en una escuela de la periferia de Pilar y que lo pinta en cuerpo y alma como era como docente -relatá a Resumen Horacio Canesi-. Había un alumno que tendría unos 9 o 10 años, que decía muchas malas palabras en todo momento. El nivel de groserías que decía era tan reiterativo que Carlos comentó el tema a la directora de la escuela y decidieron citar a sus padres, los que nunca concurrieron a las citaciones, por lo que Carlos decidió tomar el toro por las astas y un viernes al finalizar las clases, le dijo a su alumno que lo iba a acompañar a su casa, para charlar un rato con sus padres”.

“Carlos nos relató que tuvieron que caminar mucho, el chico vivía en cercanías del Río Luján  y todos los días iba y volvía a la escuela caminando. Las calles se terminaron y un sendero conducía a la solitaria casita muy humilde, donde vivía el chico. Al llegar -contaba Carlos- salió a su encuentro el padre de la criatura, que se sorprendió al ver a su hijo acompañado de un hombre con delantal blanco. Marchese se presentó como el maestro de su hijo y el padre reaccionó de mala manera con su retoño,  retándolo de mala manera, casi fuera de sí, recriminándole con duros improperios, que había hecho de malo en la escuela para que tuviera que acompañarlo el maestro”.

“Al escuchar tantas palabrotas dirigidas al niño por su progenitor, Carlos meditó un instante y trató de calmar al exasperado  hombre, diciéndole que se calmara, que su hijo se portaba bien en la escuela y que era un buen alumno. Que le había comentado que vivía muy lejos y que tenía que ir y volver caminando, por lo cual debía salir muy temprano de su casa y por eso llegaba algunos días tarde. ‘Quería comprobar si esto era cierto y por eso decidí acompañarlo”, le dijo Carlos y el hombre se tranquilizó”, de tal palo, tal astilla dice el refrán, refiriéndose a la mala costumbre del chico de usar tantas malas palabras en su léxico”, continuaba el relato.

Carlos Andrés Marchese había nacido el 16 de noviembre de 1944, estaba casado con la reconocida docente Stella Maris Roldan, por muchos años directora de la Escuela Secundaria 8, Tratado del Pilar, en la que también fue profesor su esposo. El matrimonio tuvo dos hijos, ambos profesionales.

Los restos del docente fueron despedidos en la Casa Velatoria Ponce de León de Pilar, donde se llevó a cabo el velatorio el día de ayer, para luego ser trasladado - tras un responso-  a las 9 de la mañana de hoy al Cementerio Central de Pilar, donde fue depositado en la bóveda familiar.

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