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Es el adolescente con Distrofia Muscular de Duchenne que juntaba fondos para poder solventar el viaje y encarar la segunda parte del proceso. Gracias a un aporte solidario del Frente Pilarense, su familia pudo costear los gastos.
A partir de hoy, a Facundo Aquino le va a cambiar la vida. La familia del adolescente pudo conseguir los 23 mil pesos para viajar a Estados Unidos y concretar la segunda parte del tratamiento médico con células madre que debe encarar para poder controlar la enfermedad con la que fue diagnosticado al año y medio de vida. El chico de 14 años padece Distrofia Muscular de Duchenne, una patología –que no tiene cura- caracterizada por la debilidad muscular que desde hace dos años lo obliga a movilizarse en silla de ruedas.
La primera parte ya se había realizado en febrero, mes en el que Facundo pudo viajar por primera vez con su abuela Graciela, luego de varios meses de recolectar dinero a través de diferentes eventos a beneficio. La continuidad estaba pautada para el 25 de abril –y deberían haber viajado el 23, pero la ausencia del médico que debía encabezar el procedimiento demoró los plazos una semana y hubo que cambiar el pasaje, por lo que el costo del viaje se elevó.
“Son 23 mil pesos para los gastos allá, más 1600 de seguro al viajero y 1800 que me cobra un remís hasta Ezeiza. Viajamos el 29 para que sea intervenido el 1º de mayo, porque el médico quiere que su cuerpo tenga dos días de descanso”, había explicado la mujer días atrás, en diálogo con Diario Resumen. En este contexto, por el aporte económico recibido desde el Frente Pilarense –y el compromiso de impulsar nuevos eventos para reembolsar el monto- la ilusión de Facundo y su familia pudo hacerse realidad.
El concejal Federico de Achával fue contundente y apuntó contra el Jefe Comunal por haberle cerrado las puertas a esta solicitud. “Esta historia representa la de muchos luchadores que no bajan los brazos y a los que queremos que no se les dé la espalda. Creemos que es necesario que haya un Estado y un Municipio que gobierne con comprensión y sensibilidad, apoyando casos como el de Facundo”, expresó.
Antes de ser sometido a este procedimiento, el panorama era angustiante dado que el menor ya no movía sus brazos ni tenía fuerza en sus piernas, pero ahora todo puede cambiar para él. “Antes, su cuerpito estaba apagado, pero afortunadamente ya no. Les pedí a los médicos que paren la enfermedad y ellos me dieron la seguridad de que de esta manera le pueden poner un freno”, confesó Graciela ante la consulta de este medio. De esta manera, y ante el viaje consumado, solo falta que la intervención médica le otorgue el broche de oro a un caso que comenzó con drama y está a punto de culminar con final feliz.
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