El reciente logro del estudiante Ariel Guanuco, quien obtuvo la medalla de plata en la 35ª Olimpíada Argentina de Química, sigue generando orgullo en toda la comunidad educativa de la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°2 de Pilar. Su director, Claudio Sosa, destacó la trascendencia del reconocimiento y reflexionó sobre el trabajo sostenido que permite alcanzar este tipo de metas.
“Todos los reconocimientos al trabajo cotidiano reconfortan el alma, alientan a seguir trabajando y validan el camino elegido como cabeza de un equipo de conducción”, expresó Sosa. En ese sentido, valoró especialmente el compromiso y la dedicación de Ariel, quien debió resolver problemas que superaban los contenidos del primer año. “Tuvo que investigar y construir nuevos saberes correspondientes a niveles superiores. Este premio, muy merecido, también enaltece a sus docentes y, particularmente, a Nancy Gómez, su mentora en este proceso”, subrayó.
El director explicó que la preparación para la olimpíada implicó distintas etapas internas, regionales, provinciales y nacionales, y que en cada una de ellas hubo un acompañamiento institucional permanente. “Ariel tuvo que medirse con estudiantes de años más avanzados, y para cada instancia hubo una planificación específica. Nuestra cooperadora escolar fue clave para cubrir los costos y facilitar su participación”, detalló.
Sosa resaltó, además, el rol de los proyectos extracurriculares dentro de la formación técnica. “El Club de Ciencias, la radio escolar, la huerta, las mateadas literarias o el Modelo ONU son espacios de vital importancia para despertar la curiosidad y el deseo de aprender. Allí los estudiantes encuentran oportunidades para explorar nuevos saberes y proyectarse”, sostuvo.
En relación con la enseñanza técnica, el director remarcó que la integración entre teoría y práctica “es el eje vertebrador” del proyecto institucional. “Las ciencias naturales, al igual que el arte o la literatura, son esenciales en la formación de técnicos con sensibilidad social y compromiso ciudadano”, afirmó.
Finalmente, Sosa dejó un mensaje para los jóvenes que se inician en el camino científico: “Todas las áreas del conocimiento son importantes. Nuestro propósito es formar ciudadanos críticos, técnicos hábiles y estudiantes preparados para estudios superiores, pero eso solo es posible si se comprometen con su futuro y valoran esta etapa de formación”.
Con la mirada puesta en lo que viene, Sosa fue claro sobre el horizonte educativo de la institución: “Más que hablar de excelencia, preferimos decir que tratamos de hacer lo que corresponde: apoyar a los docentes comprometidos, acompañar a nuestros estudiantes y confiar en que la educación pública da sus frutos. Somos los responsables de que eso suceda”.
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