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En la esquina de Vergani y Gamboa la fuga del líquido abunda frecuentemente, y daña constantemente el asfalto. Desde Aysa lentamente empezaron a reparar los escapes de la red de agua corriente.
Ver estancamientos de aguas saturadas en las calles son algunas de las variables constantes en el área metropolitana del distrito. Cada vez más, salen a flote botes de agua potable en la vía pública, que a su vez, han ido descomponiendo el asfaltado de las principales avenidas del centro.
Los puntos que más reflejo le dan al problema son: El cruce de las calles Víctor Vergani con Fermín Gamboa, San Martín con Independencia y Rivadavia con Tucumán.
En los tres sitios, el agua es un condimento que decora las calles pilarenses. Son raras las ocasiones en las que se aprecia el pavimento en estado seco. La llegada de las lluvias empeora el desperfecto, como si se le agregara gasolina a un incendio.
El agravante a esta situación lo completa la expansión del líquido hídrico, que ha descompuesto y deteriorado el asfaltado por el que se esparcen las pérdidas de agua.
En la esquina de Vergani con Gamboa la falla no es un problema de ahora. Una vecina que tiene un comercio al frente del estancamiento ubicado después del Hospital Juan Cirilo Sanguinetti, en dirección hacia Tomás Márquez, y que prefirió no ser identificada, mencionó a Diario Resumen que el brote de agua “no es algo nuevo. Desde siempre hemos tenido este pozo aquí, y esto ha ocasionado que la calle se deteriore”. Y sí, según pudo constatar nuestro equipo de periodistas, la culminación de la calle Vergani representa todo un desafío para los autos y colectivos. “Cuando pasan automóviles, raspan la carrocería por el mal estado de la vía”, resaltó la mujer. Si en la luna existen carreteras, seguramente deben ser réplicas de este tramo.
“Aquí vienen, lanzan asfalto sobre asfalto y las veredas se van quedando abajo, nunca solucionan el problema por completo porque la calle igual se termina rompiendo. Aquí lo que tienen es que raspar y asfaltar decentemente, hacer un trabajo complejo”, sugirió la vecina.
En San Martín con Independencia el desperfecto es más complejo. Los niveles de líquido en las cunetas son más altos, aunque en este cruce el asfaltado conserva medianamente su calidad porque es hormigón. Sin embargo una de las losas sobre San Martín se hundió considerablemente y el agua se acumula en la esquina siguiente, sobre Lorenzo López.
En Rivadavia con Tucumán, un cráter en el centro de la calle atrae la atención de los transeúntes, y las molestias de los conductores que le atinan, inocentes del agujero que se camufla con el agua que se fuga por la calle.
Varios consultados en esta ubicación, adjudicaron el hueco a la constante laguna que ahí se forma, desde siempre. Y, al igual que en Vergani, más allá de los arreglos constantes, el agua sigue brotando porque hay una pinchadura en la red de agua corriente.
Labores
Desde el pasado jueves, cuadrillas de Aysa iniciaron sus labores para reparar todas las brechas de la vía pública donde existan brotes de agua. Han cavado pozos y han cortado las tomas para remediar las rupturas y ponerle fin a las corridas de agua que se ven en el centro del distrito.
Sobre esta tarea, el secretario de Obras Públicas, Guillermo Iglesias, explicó que “eso es parte del mantenimiento de la empresa Aysa que está trabajando con la red de agua y cloacas de la distribución”. Y no develó mayores detalles.
Resumen intentó contactar a voceros del área y de la empresa encargada del sistema hídrico, pero no fue posible.
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