Viernes 10 de Octubre de 2025
Reconocimiento nacional

El Senado distinguió a docente derquino por su compromiso con la educación técnica

Claudio Sosa, director de la Escuela Técnica de Derqui fue reconocido en el Senado de la Nación en el marco de los 20 años de la Ley de Educación Técnico Profesional. Sosa valoró el premio como un estímulo al trabajo colectivo de toda la comunidad educativa y destacó la importancia de la educación técnica para el desarrollo del país.


  • Jueves 09 de Octubre de 2025
Claudio Sosa

El docente pilarense Claudio Sosa, director de la Escuela de Educación Técnica N°2 de Presidente Derqui, fue distinguido en el Senado de la Nación por su trayectoria y compromiso con la formación técnica. La entrega se realizó durante un acto encabezado por el senador Wado de Pedro, en el marco de la conmemoración por los 20 años de la Ley Nacional de Educación Técnico Profesional, una norma que marcó un antes y un después en la historia de este nivel educativo en la Argentina.

En contacto con Resumen, Sosa recordó que fue convocado por la Secretaría de Educación municipal para participar de una charla-debate sobre el aniversario de la ley y que luego se le informó que sería uno de los homenajeados. Recibió la noticia con sorpresa y emoción, entendiendo el reconocimiento como una puesta en valor del trabajo que se realiza diariamente en las escuelas técnicas y de la relevancia que tienen para el desarrollo de las comunidades. “Lo siento como un aliento a seguir fortaleciendo las propuestas pedagógicas, a reconocer que la formación integral que proponemos en la escuela técnica da frutos, y que intentar hacer lo correcto también es parte de lo que está bien en este mundo”, expresó.

En ese sentido, Sosa remarcó que el fortalecimiento de la educación técnica fue posible gracias a la Ley Nacional de Educación Técnico Profesional, promulgada en 2005 durante el gobierno de Néstor Kirchner. Recordó que, durante la década del 90, las escuelas técnicas nacionales habían sido transferidas a las provincias sin financiamiento, lo que puso en riesgo su continuidad. “En aquellos años parecía que estas escuelas estaban destinadas a desaparecer. La Ley vino a subsanar esa situación”, subrayó.

Entre los avances más significativos de la norma, destacó la asignación del 0,2 por ciento del presupuesto nacional al nivel técnico, la incorporación de un año adicional de formación, la inclusión de las prácticas profesionalizantes como campo formativo y la posibilidad de construir nuevos marcos de referencia para actualizar la currícula. “Fue una transformación profunda, que permitió recuperar el sentido social y productivo de la educación técnica, y adaptarla a las necesidades del siglo XXI”, señaló.

El acto en el Senado tuvo para Sosa un significado especial también en lo personal. “En el momento del reconocimiento es imposible no pensar en la familia, en los momentos dedicados fuera del horario institucional y en el acompañamiento constante que siempre brindaron”, expresó. Pero también extendió su agradecimiento a toda la comunidad educativa de la Técnica N°2, que definió como “una escuela abierta y participativa”, sostenida por un equipo de conducción atento a cada detalle, docentes comprometidos y una cooperadora siempre presente.

Esa labor cotidiana, explicó, se refleja en proyectos que trascienden el aula: un club de ciencias que funciona sin recursos extras, una radio escolar que ocupa horas de descanso, una huerta que produce cada año, estudiantes que participan del Modelo ONU y docentes que gestionan convenios con empresas para garantizar espacios de prácticas profesionalizantes. “Son muchas las manos que sostienen este proyecto. Muchos de mis profes no terminan su tarea cuando suena el timbre del recreo: siguen construyendo sentido de pertenencia”, valoró.

Sosa también subrayó el rol estratégico de la educación técnica para el desarrollo del país. “El sector productivo necesita de las escuelas técnicas tanto como nosotros necesitamos del sector privado. Es una relación de crecimiento mutuo”, aseguró. En la institución que dirige, esa vinculación se traduce en experiencias concretas: los estudiantes del subproyecto Técnica Solidaria, por ejemplo, realizan jornadas recreativas y educativas con niños de instituciones complementarias, mientras que los grupos de ciclo superior visitan plantas industriales y centrales eléctricas para conocer de primera mano los procesos de producción y energía.

Para el docente, el desafío de las escuelas técnicas es seguir ofreciendo una formación integral, que combine conocimiento científico, pensamiento crítico y compromiso social. “Formamos jóvenes capaces de continuar estudios superiores, alcanzar sus metas y prepararse para el mundo del trabajo, pero también ciudadanos que piensen en la comunidad en la que viven”, señaló.

Antes de finalizar, Sosa compartió una reflexión dirigida a sus colegas y estudiantes: “La carrera docente es hermosa y no hace falta adornarla para entenderlo así. Cuando se ejerce con compromiso y responsabilidad, sabiendo que formamos a los jóvenes que compartirán el futuro con nuestros propios hijos e hijas, se disfruta mucho más. Hay muchos docentes que entienden que la escuela es un espacio para generar transformaciones positivas. Cuando logramos potenciar esos perfiles, entendemos que desde una escuela se puede construir un mundo mejor”.

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