A los altos acatamientos de los gremios participantes, que disminuyeron significativamente la presencia de transeúntes en las calles, se sumaron los cortes en las entradas al polo fabril, que no pudo operar normalmente.
El paro nacional que se desarrolló hoy en todo el país, con el empuje de las dirigencias sindicales opositoras al gobierno nacional, tuvo su esperada repercusión en el centro de Pilar, y particularmente en el Parque Industrial, donde la actividad se suspendió por los bloqueos a accesos por parte de la Comisión Interfabril y sectores de Izquierda.
Los tres ingresos principales (El Petrel, Arturo Frondizi y CUBA), así como dos vías alternativas por el hotel Camberland y la conexión a Los Cardales fueron interrumpidas por los manifestantes.
En diálogo con el programa “La Mañana de Resumen” de FM Del Sol (91.5), el referente de Procter & Gamble e integrante de la Interfabril, Darío Campo, expresó que los bloqueos tuvieron “éxito” y destacó que “al no haber paro de la UTA, muchas empresas intentaron llegar a la producción igual”.
Asimismo, contó que “nos encontramos con choferes que se bajaron de colectivos y se sumaron porque lamentaron que su sindicato no se sumara al paro”, agregó.
En la misma línea, Pablo Busch, delegado de Unilever, aseguró que “no tuvimos casi presencia de gente que venga a trabajar y los colectivos circularon muy poco”. “Llevamos el piquete con total tranquilidad y sin inconvenientes”, recalcó.
“Nosotros cortamos por el ajuste que ya lleva más o menos 500 mil puestos de trabajo perdidos en el país”, lamentó.
No obstante, ambos referentes destacaron que no comparten el accionar de la dirigencia sindical (en referencia a Hugo Moyano, Pablo Micheli y Luis Barrionuevo). “No nos representan. El bloqueo tiene como objetivo unir por abajo lo que desde arriba dividen”, concluyeron.
Escaso movimiento en el distrito
Por otra parte, si bien el acatamiento a la medida no fue masivo, se vio escaso movimiento comercial y de personas.
También se vieron afectadas las escuelas por el paro de docentes de FEB y Udocba, al igual que los auxiliares afiliados a ATE. Así, la mayor parte de las instituciones permanecieron cerradas o con escasa concurrencia de alumnos.
Tampoco funcionaron los trenes, mientras que colectivos lo hicieron, aunque con irregularidades. Por ejemplo, la línea 203 suspendió su actividad tras una agresión a choferes.
Además, adhirieron todas las ramas del Sindicato de Camioneros, por lo que no hubo recolección de residuos, transporte de caudales ni alimentos, entre otras. Las estaciones de servicio permanecieron totalmente cerradas, al igual que algunos bancos (con acatamiento del 90 por ciento, según Daniel García, de la Regional de La Bancaria) y locales gastronómicos. En tanto, la administración pública funcionó en forma parcial por la importante adhesión de los afiliados a ATE, mientras que las dependencias gubernamentales trabajaron con normalidad.
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