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El obispo de Zárate-Campana estaría siendo investigado en el marco de una “misión” encargada al cardenal Mario Poli por pedido del Vaticano. Lo apuntarían por delitos de “administración fraudulenta”, “lavado de dinero” y “abuso de poder”.
En los últimos días, medios nacionales dejaron trascender que el obispo de la diócesis de Zárate-Campana, Oscar Sarlinga, sería acusado por sacerdotes y laicos de “administración fraudulenta de las instituciones educativas” diocesanas, “lavado de dinero en el Seminario San Pedro y San Pablo” y “de desviar subsidios para comedores infantiles otorgados por el ministerio de Desarrollo Social”, entre otras cuestiones.
Habría sido el mismísimo Papa Francisco quien encomendó al cardenal Mario Poli la “misión fraternal” de indagar la situación financiero-pastoral de Zárate-Campana y de constatar las denuncias que pesan contra Sarlinga.
En los escritos enviados a la Santa Sede, los denunciantes también atribuyeron al obispo situaciones de “abuso de poder” y de “comportamiento inapropiado”, además de “ocultar una retención de fondos diocesanos para pagar un arreglo extrajudicial en una causa de abuso sexual que implicó a un sacerdote”.
Entre las denuncias, también hay una sentencia firme contra el obispado de Zárate-Campana por el despido sin justificación -bajo expedientes 859/2013 y 2473/2014- de la ex directora de Cáritas diocesana, Silvana Bentancourt.
Bentancourt declaró en el juicio que su desvinculación se debió a “permanecer fiel a mis principios sin ser cómplice de situaciones indecentes, inmorales y fuera de los sacramentos de nuestra fe que comencé a vivir cotidianamente en mi ámbito de trabajo”.
Fuentes eclesiásticas confirmaron a la agencia de noticias DyN que en este caso el problema no es económico sino que radica en “errores y desviaciones doctrinales internas”, sobre todo en las ordenaciones de sacerdotes.
Sin dar demasiadas precisiones, las fuentes aseguraron que “el perfil” de algunos seminaristas y sacerdotes ordenados no responde al de “pastor con olor a oveja” que pregona Francisco.
Por otra parte, según señaló el periodista Juan Cruz Sanz en su cuenta de Twitter, Sarlinga habría montado una fundación como “pantalla” para el lavado de fondos, por montos que superarían los 5 millones de dólares. “Sarlinga tiene en sus espaldas importantes empresarios y políticos que no saben hasta dónde llegará la investigación”, cerró el comunicador.
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