El Municipio asegura que la termoeléctrica miente y no quiere su habilitación

Este viernes debería ser el último día en el que la empresa SCC Power (Ex Araucaria) encendiera sus turbinas. El 30 de junio se vence, finalmente, la habilitación provisoria que el juez Adrián González Charvay le había otorgado a la central Matheu III ubicada en la Ruta 25 en la localidad de Villa Rosa.

La habilitación parcial y provisoria fue dada en el mes de enero y permitía a la empresa funcionar con dos turbinas de 8 a 21. Sin embargo, a pesar de lo que los vecinos creían, la compañía parece resistirse a abandonar suelo pilarense.

A principios de esta semana la firma presentó una solicitud a la justicia para renovar la habilitación parcial por seis meses e incluso añadir el funcionamiento de una nueva turbina, lo que llevaría a que tres de ellas estén en funcionamiento. La compañía asegura que no solo ha cumplido con los horarios establecidos, sino que también ha realizado las mediciones correspondientes que corroboraron trabajó “sin generar ruidos molestos”, como indica el documento al que accedió Resumen y publicó días atrás.

La noticia causó indignación entre los vecinos y desde la ONG 1810 Vecinos Unidos por Pilar, quienes hace un mes anunciaron que la termoeléctrica se iría definitivamente, afirmaron que “esto es faltarle el respeto a la ciudadanía pilarense, el decir una cosa y hacer otra”.

Ante esta situación, el Municipio de Pilar, por su parte, emitió una respuesta ante el pedido de SCC Energy, en donde dejó en claro los incumplimientos que la empresa incurrió.

En el documento presentado por la Comuna, al que accedió Resumen, se establece que “no es cierta la afirmación realizada por la empresa SSC POWER S.A. respecto a que no ha producido ruidos molestos durante su funcionamiento, ya que como surge de las actas adjuntas en más de una oportunidad ha superado los decibeles permitidos por la normativa vigente”.

En ese sentido, un documento de la Subsecretaría de Control que se encuentra en poder de nuestro medio indica que “se constató la presencia de ruido molesto” el pasado 31 de enero, así como también se dejó constancia del funcionamiento fuera del horario permitido en dos ocasiones: el 11 de febrero la planta estaba en funcionamiento a las 21.40 y el 9 de junio, a las 21.45.

Añaden desde el Municipio que “la empresa aun pasando por encima de la autoridad judicial quien excepcionalmente autorizó el funcionamiento en un horario determinado superó dichas restricciones poniendo por encima del interés público su propio interés económico”.

Señalan asimismo que las causas de emergencia por las que se concedió el funcionamiento provisorio “nunca puede ser el camino para solicitar el funcionamiento evadiendo los procedimientos establecidos por la normativa, de lo contrario se estaría desvirtuando el carácter excepcional y restrictivo de la medida” y que esa autorización otorgada de manera provisoria no puede ser utilizada por la empresa “como una prórroga indefinida que claramente tiene el fin de funcionar sin las habilitaciones correspondientes”.

“Esta Municipalidad de Pilar, considera al ambiente sano como un derecho humano básico, y a la normativa que lo regula como de cumplimiento obligatorio, y por ello entendemos que pretender evadir la normativa y las reglamentaciones ambientales mediante pedidos sucesivos de prorroga importa utilizar la excepción como medio de evitar el cumplimiento de las obligaciones de la empresa”, argumenta.

Desde la ONG 1810, Raúl Regis, dijo: “Gracias a Dios, el Municipio está alineado con las organizaciones que trabajamos en esto y fue contundente. Dijo claramente que no les habilita ni un día más, que han incumplido con las mediciones que el Municipio hizo y que la empresa está mintiendo”.