El permanente recuerdo de su madre Susana Aguiar, aun con el angustioso sentimiento de que el asesino de su hija está libre por decisión judicial. “La única que está cumpliendo con cadena perpetua soy yo”, expresó dolida en FM Del Sol.
“Cuando hablan de la década ganada, quiero expresar que esta década está llena de sangre de miles de jóvenes que no volvieron a su casa, dejando a miles de asesinos sueltos, como el asesino de mi hija Gisella, Carlos Ariel Leiva”, expresó en el programa “La Mañana de Resumen” de FM Del Sol, Susana Aguiar, madre de la joven Gisella Vallejos, salvajemente asesinada en noviembre de 2000.
“En este país, a los asesinos no se les aplican la ley, por el contrario, se les da beneficios como violadores y asesinos. Yo soy una madre que no tiene a su hija, pero que tiene a quien mató libre y encima, el Estado le da un sueldo. El Estado no garantiza la vida de nuestros jóvenes; si garantiza dejar asesinos sueltos y cuidados, con la famosa segunda oportunidad. Yo quiero recordarles a los jueces y legisladores que en el cementerio no hay oportunidades”, remarcó la madre de Gisella, que el pasado martes hubiera cumplido 33 años.
Controvertida decisión judicial
Gisella Vallejos desapareció el 26 de noviembre de 2000. Volvía sola a su casa luego de haber ido a bailar con sus amigas y su novio. Su cadáver fue encontrado días después en Rivadavia y colectora de ruta 8, a trescientos metros de la comisaría 1ª de Pilar.
En marzo de 2001 fue arrestado un remisero como principal sospechoso del crimen. Durante el primer juicio, en febrero de 2003, los testigos de identidad reservada que lo incriminaron se desdijeron y el sospechoso fue absuelto.
Tiempo después, un llamado telefónico de la novia de Carlos Leiva y la aparición del corpiño de la víctima que se había llevado el asesino del lugar del crimen, fueron las pistas que llevaron a su detención.
El sospechoso fue arrestado en septiembre de 2004 y confesó ser el autor del asesinato. El justificativo que presento el acusado durante el juicio oral, fue que “el diablo le había entrado en el alma”. Dos años después fue condenado a 14 años de prisión de cumplimiento efectivo.
Sin embargo, para estupor de todos, en mayo de 2012, el asesino de Gisella Vallejos logro su libertad, tras haber cumplido algo más de la mitad de la pena y que las pericias efectuadas al culpado determinaron que Leiva es “un sujeto peligroso para sí o para terceros”.
“Yo siempre sospeché que el asesino iba a quedar en libertad mucho antes de cumplir su condena”, apuntó Susana Aguiar en el reportaje radial.
Si bien se desconocen los argumentos por los cuales Leiva quedó en libertad, la Justicia habría tenido en cuenta que está detenido desde mediados del 2004 y fue condenado dos años después.
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