El Jardín 935 de San Alejo presentó su nombre a la comunidad: “ARA San Juan”

A principios de esta semana, el Jardín N°935 del barrio San Alejo llevó a cabo un acto junto a la comunidad educativa para dar a conocer la elección de su nombre.

De la cita participaron directivos, docentes, alumnos y autoridades educativas, y allí se oficializó como se llamará de ahora en más la institución. En un homenaje al submarino de la Armada de la República Argentina hundido en 2017 con 44 héroes a bordo, se eligió “ARA San Juan”.

“En el día en el que se cumplen 40 años desde que el pueblo argentino volvió a elegir a su presidente a través del voto (30 de octubre), reafirmamos nuestro compromiso con la democracia y su valor para la vida en sociedad”, destacó luego del acto el subsecretario de Educación de la Municipalidad de Pilar, Damián Espíndola.

Asimismo, continuó: “Lo hacemos a través de nuestra militancia y nuestra gestión gubernamental que pone el foco en la vida de los ciudadanos y ciudadanas de Pilar. La democracia está presente en nuestros centros de estudiantes y en nuestras comunidades educativas que eligen el nombre de sus escuelas. La democracia es libertad, es expresión, es respeto”.

Finalmente, con un guiño hacia la última jornada de elecciones que se viene por delante en la cual se decidirá al próximo presidente de Argentina, el titular de la cartera educativa reflexionó: “Sigamos luchando, cada uno desde su lugar, para defenderla en paz, con compromiso y amor”.

Vale destacar que el Jardín 935 es uno de los 24 edificios escolares que fueron construidos durante la gestión del intendente Federico Achával como parte del trabajo mancomunado con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Esta institución en particular fue inaugurada a mediados del año pasado luego de haber representado una obra inconclusa durante un largo tiempo, e incluso siendo considerada su posible demolición tiempo atrás.

Al referirse a dicha institución, el jefe comunal supo destacar: “Este espacio tiene mucha historia, el Gobierno anterior quiso abandonar la obra, incluso había propuesto derrumbarla, postergando el sueño de muchas familias. Nosotros, mirando las necesidades de nuestra gente, decidimos que no hay sueños imposibles y construimos este jardín que transforma la vida de San Alejo”.

Finalmente, señaló: “Venimos a zanjar desigualdades y a garantizar el derecho a la educación. Este jardín nos enseña a no bajar los brazos”. Ahora, también será un símbolo para recordar a los héroes nacionales y mantener viva nuestra historia.