El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) oficializó este lunes los nuevos cuadros tarifarios que comenzarán a regir desde el 1 de noviembre para los usuarios de Edenor y Edesur, las distribuidoras que prestan servicio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Además, dispuso un cambio en la metodología de lectura de los medidores, que pasará de bimestral a mensual, impactando en millones de hogares y pequeños comercios.
Las resoluciones 744 y 745 de 2025, publicadas en el Boletín Oficial, establecen una suba del 3,53% para los clientes de Edesur y del 3,6% para los de Edenor, en comparación con los valores de octubre. El ajuste alcanza a usuarios residenciales de los tres niveles del esquema de segmentación —N1 (sin subsidio), N2 (menores ingresos) y N3 (ingresos medios)—, así como también a clubes de barrio, clubes de pueblo y usuarios-generadores de energía.
Según el organismo, las medidas se enmarcan en la emergencia energética dispuesta por el Decreto N° 55/2023, prorrogada por los decretos 1023/2024 y 370/2025, y en la emergencia económica general establecida por el Decreto N° 70/2023, que abarca aspectos tarifarios, fiscales y sociales.
Asimismo, el ENRE aprobó tarifas específicas para clubes y entidades de bien público inscriptos en el Ministerio de Turismo y Deportes, junto con los valores actualizados del Costo de la Energía Suministrada en Malas Condiciones (CESMC) y el Costo de la Energía No Suministrada (CENS), aplicables cuando se registren deficiencias o interrupciones del servicio.
El otro punto central de las resoluciones es el cambio en la modalidad de lectura y facturación. A partir de noviembre, Edenor y Edesur podrán aplicar una lectura mensual de medidores para los usuarios de la categoría Tarifa 1 – Pequeñas Demandas, lo que implica que las facturas reflejarán el consumo real de cada mes.
Hasta ahora, el sistema era bimestral: las empresas realizaban la lectura del medidor cada dos meses, pero facturaban mensualmente una estimación del consumo. Según las distribuidoras, este esquema —vigente desde 2016— generaba confusión entre los usuarios y distorsionaba la relación entre el gasto real y el monto a pagar.
Edenor y Edesur argumentaron que la nueva metodología “ofrecerá una señal más clara y transparente sobre el consumo”, ya que el período de facturación coincidirá con el de uso efectivo de la energía. Además, señalaron que permitirá a los hogares ajustar sus hábitos de consumo de forma más inmediata, contribuyendo al ahorro energético y a la planificación financiera familiar.
El ENRE, por su parte, respaldó el cambio al considerar que “una lectura mensual brindará información más oportuna y precisa”, lo que permitirá “detectar irregularidades o anomalías en el suministro” con mayor rapidez.
Las empresas deberán comenzar a implementar el nuevo sistema dentro de los 30 días de entrada en vigencia de las resoluciones y establecer un “período de transición” para adecuar los procesos de medición y facturación.
El cambio beneficiará a los usuarios residenciales y a pequeños comercios del AMBA, aunque también implicará ajustes operativos por parte de las distribuidoras, que deberán reforzar los sistemas de lectura y control de consumo.
En cuanto a los nuevos aumentos, se trata de un ajuste menor en relación con los aplicados durante la primera mitad del año, cuando las tarifas eléctricas se incrementaron de manera más pronunciada en el marco del programa de recomposición del sector energético impulsado por el Gobierno nacional.
Dejar un comentario