Los vecinos coinciden en que es una de las peores inundaciones en años, a la altura de la de noviembre. “Esta es la segunda inundación grande que me toca, el resto son normales, de medio metro de agua adentro de las casas”, apuntó un damnificado.
El barrio Río Luján siempre es uno de los más afectados cuando el agua del curso que le da nombre sale de su cauce. Con las intensas lluvias que se suscitaron en los últimos días, el panorama, por donde se lo mire, es agua y más agua. No quedan muchos vecinos, pero varios eligen quedarse por miedo a que les roben las pocas pertenencias que puedan salvar del temporal. Con las casas totalmente inundadas, se trasladan en los botes que, quien los tiene, dispone para el resto.
Una de las personas que sigue en el barrio es César, un chico de 14 años que hace cinco que vive en el barrio. En ese tiempo, recuerda tres grandes inundaciones, incluyendo esta. La peor fue la de noviembre, y la actual está pisándole los talones en intensidad. Vive con su madre y su padrastro a tres cuadras del río. Adentro de su casa, el agua le llega hasta la nuca.
“El agua nos llegó de noche, agarramos lo poco que pudimos y tuvimos que salir a buscar un alquiler. Encontramos una casa de dos pisos pero subió mucho el agua y era peligroso quedarse, así que salimos a buscar otro alquiler más lejos”, relató el chico a La Mañana de Resumen (FM del Sol 91.5), cuyos móviles recorrieron la zona afectada.
Con el bote que le prestó un amigo, César ayuda a los vecinos a trasladarse. “Hay gente que no quiere salir de sus casas y se queda ahí. Se les acaba la comida y el agua y quieren salir a buscar mercadería”, cuenta totalmente empapado y con frío. “Hoy quería ir a buscar documentación a las casas. Fui a buscar el bote, vi la gente que quería sacar a los chicos, me tiré al agua con un hombre que me ayudó y sacamos gente y llevamos mercadería para ayudar”.
“Veo las cosas que se compraron hace poco, lo que se salvó de las inundaciones pasadas, y está todo mojado, no se puede recuperar”, lamentó el chico. Sobre la ayuda estatal, comentó que “se acercaron del Municipio a traer mercadería y los bomberos también vinieron a ayudar y trajeron cosas”.
Sobre este punto también coincide Luis Romero. “Por acá anda la gente de Defensa Civil y Bomberos repartiendo agua y sacando a la gente que quiere salir”, comenta como al pasar. Luis se quedó en el barrio por miedo a que roben sus pertenencias, y cuida las casas de tres vecinos más. Además traslada a la gente que también se quedó en un bote que adquirió hace dos años debido a la recurrencia de este problema.
Desde el 2009 que Luis vive a dos cuadras y media del cauce del río Luján. Cuenta que se mudó ahí porque no tenía a donde ir y admite que tomó el terreno. Desde que vive ahí “van como quince inundaciones, pero esta es la segunda inundación grande que me toca”. Como si se tratara de una situación corriente, agrega que “el resto son normales, de medio metro de agua adentro de las casas”.
A Luis el agua ya le tapó la puerta y está a 30 centímetros del techo. Comparando con las otras inundaciones, calcula que el agua tardará aproximadamente un mes en irse del todo. “Mi situación es muy mala, estoy casi arriba del techo”, señala.
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