El comedor de la comunidad Toba busca reabrir sus puertas

Para eso apelan a la solidaridad de los vecinos, y juntar así los insumos necesarios. Reabrió sus puertas en julio tras diez años, pero solo pudo funcionar un mes, y luego cerró nuevamente. No reciben ayuda estatal. El comedor de la comunidad Toba de Presidente Derqui busca nuevamente abrir sus puertas. Tras una década cerrado, logró ponerse nuevamente en funcionamiento para los 150 chicos que asiste, pero solo duró un mes. Ahora, solicitan ayuda para seguir adelante con su tarea solidaria. El comedor permaneció sin funcionar durante diez años. En julio del año pasado logró, con un gran esfuerzo, reabrir sus puertas. Pero no se pudo sostener más de un mes. Durante ese lapso, se brindó el almuerzo a 150 chicos carenciados de la zona todos los sábados y domingos. Ahora la meta es volver a implementar la tarea solidaria. “Estaban muy contentos los chicos, pero no se pudo avanzar por la falta de ayuda. Dejó de funcionar”, comentó Clemente López, cacique de la comunidad toba de Presidente Derqui, en diálogo con La Mañana de Resumen (FM del Sol 91.5). En su momento, previo a su largo cierre de una década, la institución pudo brindar desayuno, almuerzo y merienda de lunes a viernes. En ese momento recibía la ayuda de la fundación Felices los Niños. Pero tras los conocidos hechos en los que estuvo involucrado el padre Grassi, referente de esa organización, la ayuda cesó. Tras un gran esfuerzo a pulmón, que no fue suficiente para mantener en pie el comedor, se debió cerrar por un largo tiempo. Diez años después, la comunidad toba contó con el apoyo de una iglesia evangelista de José C. Paz, que los ayudó a darle desayuno y almuerzo a los chicos los fines de semana. Pero este nuevo intento duró poco. “Hicieron todo lo posible”, refirió López. El cacique toba agregó que “por lo que más me preocupo es por los chicos, que van a la escuela y necesitan el alimento para poder capacitarse”. Por otro lado, cabe señalar que el comedor no recibe ayuda de instituciones estatales. “Intentamos en todos los organismos locales, pero hasta hoy no recibimos ayuda”, consignó López melancólicamente. Sin embargo, la comunidad no baja los brazos e intenta abrir sus puertas una vez más. Para eso, solicitan lo básico para poder darle la comida a los chicos. Alimentos no perecederos, azúcar, leche, mate cocido; toda colaboración es bienvenida, aseguró López. También se junta ropa para los chicos de la zona.