El pasado 22 de agosto, los trabajadores se encontraron con una planta totalmente desolada y, desde ese día, se encuentran realizando una toma pacífica que aún, casi dos meses después, continúa.
La semana pasada, los trabajadores pilarenses de Dulcypas se dirigieron a las plantas ubicadas en Ramos Mejía y San Justo para visibilizarse y lograr un diálogo con las autoridades de la compañía. “Tuvimos que tomar las plantas de Ramos Mejía y San Justo y hacer un escrache, para que los dueños se acerquen a hablarnos. Nos dejaron acá en Pilar a 27 familias, en la calle y sin un peso. Es una situación crítica y si ellos no venían, tuvimos que salir a buscarlos. Se preocuparon cuando les tomamos las dos plantas, ahí se acercaron a dialogar”, explicó Daniel Leo, Secretario Gremial del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA).
Tras cuatro audiencias en el Ministerio de Trabajo y, siendo que la empresa solo se presentó a dos de ellas, han logrado luego de la protesta, que se comience a pagar lo adeudado a los trabajadores. “Se pudo lograr que se paguen las quincenas, los aguinaldos y ahora estamos trabados con la liquidación final, las indemnizaciones y la antigüedad de cada trabajador”, dijo Leo.
Ayer hubo una nueva audiencia en la que, desde STIA, aseguran que la esperanza está en aclarar “de una vez por todas” el conflicto: “Esperamos que cumplan con sus obligaciones de empresarios”.
Con más de 50 días llevando a cabo la toma, los trabajadores continúan dialogando con otros empresarios que puedan adquirir nuevamente los equipos, para poder así recuperar sus fuentes de trabajo. “Buscamos todas las alternativas posibles para que recuperen la fuente de trabajo, que es lo principal para ellos. De no ser así, que se les pague lo que corresponde. Quieren trabajar, tienen grandes expectativas con que se recupere esta planta y la cuidan mucho”, afirmó Leo.
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