Viernes 22 de Noviembre de 2024

Docente denunció que IOMA no quiere cubrir una prótesis para su hijo


  • Lunes 14 de Julio de 2014
Imagen del articulo
Joaquín Merlo, de 12 años, padece neurofibromatosis, y desde hace un año necesita reparar parte del elemento, que lleva en su espalda. Su madre aseguró que la obra social no quiere hacerse cargo de la pieza. El conflicto docente, que parece regresar a su punto más controvertido luego de las promesas de paro que acontecerán una vez finalice el receso escolar, mantiene algunas aristas graves de la protesta paritaria de principios de año. Si bien la actitud más notoria fue el reclamo por salarios dignos, los maestros protestaron abiertamente durante los últimos meses por los problemas derivados de la obra social IOMA para con sus afiliados. Este es el caso de Alma Zelaya, que ejerce esta profesión hace 20 años y no recibe respuestas adecuadas desde la prestataria para poder ayudar a su hijo, Joaquín Merlo, que padece una grave enfermedad. “Tengo un hijo de 12 años, que tiene una enfermedad congénita y que se da en una de 40 mil personas, cuyos síntomas son tumores en el cuerpo, que pueden ser benignos o malignos, y que ataca a los diferentes sistemas”, señaló, en declaraciones a “La Mañana de Resumen”, de FM Del Sol (91.5). Alma explicó que “la neurofibromatosis no tiene cura y no hay dos personas que se le exprese de la misma manera”, motivo por el cual es necesario mantenerse pendiente de la evolución del chico. Tras una operación hace tres años en el Hospital Garrahan, Joaquín recibió una prótesis para su columna, ya que tenía una escoliosis muy profunda. “En ese momento, IOMA me cubrió todos los gastos, y me respondió”, señaló. Sin embargo, hace un año al niño se le rompió el implemento, y su familia debió iniciar nuevamente los trámites para proceder con la reparación, aunque las respuestas desde la obra social fueron diametralmente opuestas en este caso. “Cuando fuimos a la obra social, una persona de nombre Mariana me dijo que necesitaba presentar tres presupuestos. En el primer caso me lo habían pedido también pero no había tenido complicaciones”, expresó. Asimismo, apuntó que “el problema es que la única empresa que las vende me tuvieron meses inventando excusas para no darme los presupuestos, me decían que no tenían prótesis o que no estaban entrando”. “Llamé dos veces por semana, mi marido fue varias veces personalmente, y no conseguimos nada. Pregunté en el Garrahan si me podían cambiar la marca de la prótesis y me dijeron que no porque se rompió una barra”, agregó. Preocupada, Alma comentó que “después de este tema, llamé varias veces por teléfono y luego personalmente. Volví a hablar con la misma Mariana del principio, y ella me dijo que no podía hacer nada, y que IOMA tampoco podía”. “Me dijo que si yo no me preocupaba por conseguir el presupuesto, IOMA tampoco iba a preocuparse. Le dije que hasta acá yo había hecho lo más tranquilo y legal posible, y como corresponde”, lamentó Ante la falta de soluciones, los padres de Joaquín se encomendaron a la figura de Elizabeth Aimar, abogada especializada en este tipo de casos,  y que lleva las gestiones hace tres meses. “La abogada pidió un recurso de amparo en La Plata, y tuvimos la mala suerte de que Joaquín salió sorteado en un juzgado penal, es decir que el juez no sabe nada de salud. Entonces él rechazó el caso y dijo que iba a esperar a ver qué respuesta le daban desde IOMA”, argumentó Zelaya. Seguidamente, la docente señaló el estado actual de la situación, y los riesgos que conlleva para su hijo la existencia de un elemento roto dentro de su cuerpo. “Mi abogada apeló, y el caso entró a la Cámara de Apelaciones. Fuimos a La Plata y nos enteramos que el legajo de Joaquín está mal armado, y los papeles están de acá para allá porque les faltan un papel, un sellado y otras cosas”, aseveró. Acto seguido, afirmó que su hijo “puede quedar en silla de ruedas porque al legajo le falta un papel. La prótesis rota se desplazó para arriba y los médicos me explicaron que puede desgarrar la carne y salir”. Además, como consecuencia de este hecho, Joaquín dejó de ir al colegio. “Perdió el equilibrio, entonces el último día que fue se cayó muchas veces y es un riesgo para el colegio y para él. Tengo mucho miedo”, lamentó Alma. Finalmente, la docente señaló: “Se que hay un montón de maestras que están pasando por esto, que tienen hijos con problemas graves de salud y por ejemplo en el Garrahan hace un mes habían suspendido 25 operaciones de nenes que están esperando su prótesis para ser operados”.

Dejar un comentario

Los campos marcados son requeridos *