Se trata de Leandro Sanagua, quien luego de siete años trabajando en Procter & Gamble, acusa de ser despedido por “baja performance y ausentismo”. Asegura que la razón está relacionada a su pasado como activista.
Un nuevo conflicto se vive en el Parque Industrial de Pilar, debido al despido de un trabajador en la empresa Procter & Gamble. Se trata de Leandro Sanagua, quien asegura que su desvinculación fue por una “persecución gremial”.
“Entré a la empresa en el 2010 como contratado, y en 2011 nos organizamos con gente que estaba contratada desde hacía seis años, lo que es fraude laboral. Nos organizamos con un grupo y mandamos la denuncia al Ministerio de Trabajo pidiendo que nos efectivicen. Lo logramos para más de 60 compañeros, y luego de eso hubo un conflicto donde despidieron a 25 personas entre las que me incluyeron por ser activistas. Nos reincorporaron a todos luego de una negociación con los sindicatos”, cuenta el despedido al referirse a su caso y la historia con la empresa. En tanto, señala que el año pasado también se postuló en busca de convertirse en delegado.
Sobre el presente, relata que “el pasado 9 de febrero llegué a trabajar y la seguridad no me dejó pasar, diciéndome que el gerente quería hablar conmigo. Me dijo que me despedían por baja performance y ausentismo. Yo contesté que el ausentismo no podía ser, porque si bien tuve una operación y una fractura el año pasado, tengo los certificados de todo”.
Asimismo, Sanagua indica que hicieron alusión que “la empresa puede hacer lo que quiera con los empleados”. Luego de la noticia, el conflicto continuó, ya que “el delegado dijo que había faltado mucho, que era indefendible, se lo discutí y cuando se quedó sin argumentos me golpeó en el estacionamiento de la planta”, manifestó.
Lo que vino después fue lo que le dio la pauta de una razón que se mantendría oculta según el despedido. “Me presenté en la empresa durante tres días porque no me había llegado el telegrama y no me dejaban entrar. Ahí hablé con varios compañeros comentándoles la situación. Se hizo una asamblea el viernes y el delegado dijo que no me iba a defender porque quería cuidar los puestos de trabajo. Había un listado con por lo menos 10 personas por encima de mí, lo que me lleva a pensar que esto es una persecución gremial o discriminación, por el hecho de que yo fui activista y ayudé a organizar la fábrica, porque antes los sindicatos nunca aparecían”.
Finalmente, esgrimió: “Contesté que lo que hicieron fue eso, y que si no soy incorporado también va a haber una denuncia al INADI. Dentro de la fábrica hay miedo porque nadie quiere que lo despidan en esta situación del país. Por eso me estoy movilizando”.
Sanagua aún espera por una respuesta de la empresa, mientras se reúne con gente y diferentes entidades para dar a conocer su situación, esperando que apoyen su repudio.
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