El Gobierno dejó sin efecto los artículos referidos al incentivo fiscal para las empresas y el Consejo Asesor. Sigue en pie el cupo en el Estado municipal.
La ordenanza de cupo laboral trans, aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante, estipula que el Municipio debe ocupar al menos un 1 por ciento del plantel en emplear personas transexuales. También establecía incentivos fiscales para las empresas privadas que contrataran personas trans, y la creación de un Consejo Asesor destinado a seguir el cumplimiento de la normativa. Estos dos últimos puntos fueron vetados, tal como se publicó en el Boletín Oficial.
Los artículos vetados por el gobierno de Nicolás Ducoté fueron los 7, 8 y 9. En el primero de ellos se establecía un incentivo fiscal para los empleadores de un 70 por ciento sobre remuneraciones brutas que las personas empleadas perciban, como pago a cuenta de tributos municipales. “El Honorable Concejo Deliberante carece de facultades para dictar una medida con tal alcance, ya que importa una modificación en los recursos presupuestados para el ejercicio 2017” se argumentó en el Boletín Oficial.
En cuanto al Consejo Asesor, debía estar integrado por tres representantes del Ejecutivo, uno de cada bloque del HCD, un delegado del sindicato municipal y un representante de organizaciones sociales de diversidad sexual. Al respecto, el Ejecutivo consideró que “excede la competencia del Departamento Deliberativo crear órganos que dependan de la estructura del Departamento Ejecutivo, como así también establecer la organización de dicho Departamento mediante la fijación del ámbito de incumbencia de la autoridad de aplicación”.
De esta forma, queda eliminado el beneficio de la ordenanza que alcanza al ámbito privado, así como el órgano pensado para seguir dicho cumplimiento, pero sigue en pie el cupo de un 1 por ciento en la estructura municipal para personas pertenecientes al colectivo trans.
La ordenanza había sido presentada por la concejal Marcia González, del Interbloque PJ del Pilar, quien se había puesto en contacto para su elaboración con la Asociación Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA).
Tras el veto parcial, González dijo a Resumen que “lo que nos plantean desde asociaciones como ATTTA es que si bien esto (la ordenanza) es un avance en términos de derecho, (lo vetado) es un gran incentivo para las empresas, para poder ingresar al mundo laboral, porque existe una barrera muy discriminatoria. Ante dos profesionales, uno trans y el otro no trans, ¿a quién suele tomar la empresa?”.
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