Miles de devotos del Santo del Pan y del Trabajo se acercaron desde temprano a la parroquia ubicada sobre la calle Madero. Hubo misas durante toda la jornada y por la tarde se realizó la procesión y la misa central, presidida por monseñor Sergio Fenoy.
En la jornada de ayer, Del Viso fue el epicentro de la devoción por San Cayetano, uno de los más populares de la Iglesia Católica. Lejos del templo del barrio porteño de Liniers, fieles locales y de zonas aledañas optaron por esa localidad para homenajear la celebración que se realiza cada 7 de agosto.
La parroquia abrió sus puertas a las 6 de la mañana y ya eran muchos los fieles que se acercaron para hacer sus pedidos y agradecimientos al Santo del Pan y del Trabajo. De hecho, muchos feligreses, luego de pasar al templo a rezar, emprendieron su viaje cotidiano a sus respectivas tareas laborales.
Los fieles fueron recibidos por el titular de la parroquia, el presbítero Fernando de la Peña y un grupo de sacerdotes de la Diócesis de San Miguel, de la cual depende eclesiásticamente la iglesia delvisense.
El lema impuesto este año desde la sede parroquial fue “Con Jesús y San Cayetano vamos al encuentro de los más necesitados”.
Misas, procesión y confesiones
Las misas se sucedieron en la Parroquia San Cayetano a partir de las 7 de la mañana y luego se sucedieron a las 9:30, 11, 18 y 20.
En tanto, a las 15, dio comienzo la solemne procesión, saliendo del templo, sito en avenida Madero (ex Ruta 26) 1174 y recorriendo una docena de cuadras céntricas de la localidad.
Según lo previsto por el padre Fernando de la Peña, cura párroco de la mencionada iglesia delvisense, se realizaron “cuatro estaciones o paradas simbólicas”.
De acuerdo a lo explicado por el clérigo en el programa “La Mañana de Resumen” de FM Del Sol (91.5), el recorrido primero frenó en la casa de un matrimonio de abuelos para representar a todos los ancianos; luego la peregrinación visitó el hogar de una maestra, referenciando el agradecimiento a todos los docentes.
En línea con lo relatado por el sacerdote, la columna de gente también paró frente a la casa de una familia cristiana y finalmente a las puertas de un negocio, como símbolo del progreso que desea la iglesia y el santo para el comercio local.
Una vez entronizada la imagen del santo en el campo de deportes aledaño a la parroquia a las 16, el obispo de la Diócesis de San Miguel, Sergio Alfredo Fenoy, presidió la misa central de la celebración.
Durante la jornada el equipo de sacerdotes asignado por el obispado de San Miguel para colaborar con el párroco Fernando de la Peña, estuvieron tomando confesiones.
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